En el día grande de Leonor, don Juan Carlos no pasará la noche junto a ella. No podrá sentarse en el regazo de su cama para darle la enhorabuena y tampoco besará su frente antes de acostarla. Estaría encantado de hacerlo, pero la propia Corona se lo impide. Es una cuestión de imagen y, le guste o no, el emérito tendrá que dormir lejos de su familia.
Suena cruel, pero es así. A sus 85 tacos, Juan Carlos domirá en el sillón del avión privado en el que hoy se traslada a nuestro país. No está invitado al acto oficial durante el día, pero sí podrá pasarse por El Pardo para picar algo al final de la tarde. Allí se encontrará con Felipe, Letizia, las niñas y el resto de familiares.
Podrá tomarse una copita de vino y es posible que haya buen jamón, pero no durará mucho el disfrute. Tal y como publica Informalia, Juan Carlos no tiene habitación en la que fue la residencia de Franco. Tampoco domirá en Zarzuela y la opción de pillarse un hotel no es factible. Para no levantar polémicas, regresará a Abu Dabi esta misma noche.
Juan Carlos - Gtres
Y sí, es una paliza en toda regla, pero el emérito tendrá que asumir las decisiones de Palacio. "Pondrá rumbo a Reino Unido cuando termine la cena. En Londres hará escala y pasará la noche y, este miércoles está prevista su vuelta a Emiratos Árabe", asegura el citado medio.
Fotos: Gtres