Los días pasan y el cotilleo sigue siendo el mismo. En la peluquería, en el mercado y hasta en el Congreso de los Diputados se trata el tema. Medio país comenta a diario la polémica ruptura de Shakira y Piqué, y precisamente por eso, no paran de filtrarse detalles acerca de la infidelidad del futbolista. Un supuesto engaño que, al parecer, fue descubierto por un detective contratado por la colombiana.
Todo comenzó con un bote de mermelada que nadie comía, pero su contenido nunca era el mismo. Shakira cuida sus curvas y jamás consume ese tipo de productos. Gerard, por aquel entonces, jugaba al fútbol y se preocupaba por su estado físico. Es decir, la pareja no consumía mermelada, pero alguien le hincaba el diente y Shakira lo sabía.
En ese momento, las sospechas de Shakira cobraron fuerza y decidió poner fin al runrun de su cabeza. Tal y como publica 20minutos, la artista contrató a un detective y la verdad salió a la luz: Piqué se comía la mermelada de una jovenzuela de 22 años, cuyo nombre responde a Clara Chía.
Tras descubrir el pastel, Shakira habló con Gerard y le pidió ir a terapia. Ella quería arregla las cosas, recuperar la chispa de la pasión y volver a ser una familia unida. Él rechazo la oferta, se mudó a su pisito de soltero y, desde entonces, Shakira y Piqué no han vuelto a compartir lecho.