Gloria Camila lleva un cabreo de tres pares de narices. Tras la emisión de 'Montealto', el programa que ha reconstruido la casa de Rocío Jurado en uno de los estudios de Telecinco, la hija adoptiva de la cantante ha estallado contra su hermana y el marido de esta, Fidel Albiac. Aunque Gloriacá parecía dispuesta a tener un acercamiento con Rociíto, sus última declaraciones demuestran lo contrario.
La reaparición de Rocío Carrasco en un plató de televisión ha levantado ampollas en su familia. En concreto, ha sido Gloria Camila la que se ha cogido un buen rebote al escuchar a su hermana: "Ella habla de nuestro maestro de orquesta, Antonio David, pero hay otro que es más dañino todavía, Fidel. Su influencia sobre Rocío es muy mala", dijo en 'Ya son las Ocho'.
Durante su última intervención pública, la Carrasco aseguró que el motivo por el que continua alejada de su familia es "el maestro de orquesta" que todavía dirige "a los músicos". Es decir, AntonioDá. Al escuchar aquello, Gloria no dudó en dar su versión. Según ella, el culpable del distanciamiento es Fidel Albiac: "Hacía muchos comentarios ofensivos cuando yo era todavía una niña, sobre mi padre, sobre nosotros... A José Fernando y a mí nos llamaba 'los inmigrantes'", asegura.
Rocío Carraco y Gloria Camila - Telecinco
Sí señor, la hija de Ortega Cano acaba de tachar de racista a Fidel Albiac, y conociendo el proceder del marido de la Carrasco, todo apunta a que van a volar las demandas. "Hay muchas cosas que me cuentan y otras las viví yo, que estuve en esa casa con ellos muchas veces", dice Gloria sobre el hogar de Fidel y Rociíto. "Mantuvimos contacto durante varios años, se alejó después. Se supone que ya había encontrado los famosos papeles reveladores sobre la verdad de la familia. Desconozco qué es pero no puede ser tan malo si después seguimos viéndonos, llamándonos y vino a ver a mi padre cuando tuvo el accidente", dice sobre Albiac.
Rocío Carrasco y Fidel Albiac - Gtres
Además, la hermana de José Fernando no dudó en defender a su padre, acusado por la Carrasco de ser "un mirao". O lo que es lo mismo, un rata. "Mi padre no es agarrado, ni tacaño, es muy generoso y humilde, sencillo, empezó vendiendo melones y sabe lo que es trabajar. Ella dice que mi madre pagó toda la boda, pues mi padre pagó la ermita en la que se casaron, la carpa y muchas otras cosas", asegura.
