Isabel Pantoja sufre un nuevo contratiempo. Horas antes de actuar ante su público Canario, la tonadillera ha descubierto algo que ha minado su estado de ánimo. Estaba emocionada, feliz y dispuesta a darlo todo sobre las tablas en su gira española, pero la sonrisa se le ha borrado del rostro al conocer lo que ayer se comentó en Telecinco: hay un topo en Cantora.
Hay un chivato, un traidor, un judas. Alguien del entorno más cercano a Isabel, alguien que comparte su día a día con la artista, está vendiendo información a la prensa a cambio de un beneficio económico: "Esta persona ha filtrado información de la tonadillera a los medios para ganar dinero", aseguran desde el canal de Mediaset.
"Ahora mismo, Isabel viaja con una persona que forma parte de ese círculo íntimo que toca a la reina, que la viste, que le plancha y que le hacen muchos menesteres pero que ha filtrado a una persona muy cercana dónde va a estar Isabel en todo momento", comentan. Es decir, Isabel está vigilada y traicionada. No hay movimiento que pueda hacer en libertad, sin miedo a que aparezca en los medios.
Aunque no ha trascendido la identidad del infiel, todo apunta a que se trata de alguien perteneciente al equipo que la acompaña en cada actuación. Podría ser un maquillador, un peluquero o un sastre. El churri de Anabel, masajista oficial de la gira, también tiene papeletas para ser el traidor. Quizás sea algún músico, alguien del equipo técnico o algún promotor que mantenga contacto diario con Maribel.
Fotos: Telecinco