Las graduaciones, las bodas y las Campanadas son una excusa, de toda la vida, para sacar a los críticos de moda que llevamos dentro, cual expertos, mientras que llevamos puestos nuestros mejores cotillones, con antifaz de cartón y peluca de espumillón en la cabeza, y desde nuestras casas. La noche del 31 de este 2020 ha sido la más esperada de las Nocheviejas que tenemos en nuestras retinas (y las que el champán no nos ha borrado) pero, ¿también la más decepcionante en cuanto a los trapitos que se lucieron desde la Puerta del Sol? ¡Vamos a comprobarlo!
TVE, Anne Igartiburu y Ana Obregón
Anne Igartiburu y Ana Obregón fueron las encargadas de dar la bienvenida al Año Nuevo en la cadena pública, quizás por eso hicieron un servicio público derrochando un gran sentido de la elegancia tan necesario en un país donde las camisetas de baloncesto de 'Lady 23' y los pantalones cagados fueron un día tendencia. Eso sí, a Anne le llegan a poner el pelo un pelín más tirante y se le quedan las cejas de flequillo y se nos pone a hablar en euskera... ¡ahí va la hostia!
Ambas gozaron de una complicidad impecable y de un mismo maquillaje que iluminó sus rostros durante toda la noche: la emoción. De hecho, uno de los momentos más especiales de esta Nochevieja fue esa imagen de ambas presentadoras dándose la mano y con una Ana Obregón luchando contra sus propias emociones tras haber pronunciado con fortaleza un discurso dirigido a todos aquellos que se sienten identificados con ella por haber perdido algún ser querido este 2020 por culpa del coronavirus o del terrible cáncer "del que tan poco se habla", tal y como reivindicó la madre de Álex Lequio Obregón.
El vestido de Anne Igartiburu, confeccionado con los azulejos de la piscina de un ruso de Marbella y con una chaqueta antigua de Miguel Bosé (de las que se ponía para cantar 'Don Diablo', ha corrido a cargo de su gran amigo y compañero Lorenzo Caprile. Además, tal y como ha informado 'Vanitatis', la presentadora del mítico 'Corazón' ha escogido unos pendientes muy especiales para esta ocasión: en oro amarillo mate, con detalles rojos, naranjas y amarillos, diseñados por Lisi Fracchia y con sus grandes deseos para este 2021 (salud, amor, paz y trabajo, destacando este último) grabados en dorado.
Ana Obregón se ha vestido de un luto luminoso, por ese blanco radiante que lució, y voluminoso, gracias a esas mangas abullonadas. Un diseño de Alejandro de Miguel, con drapeado y un broche de cristal que completaban este magnífico vestido, que horrorizaría a la Anita gogó de 'Ana y los 7' y con el que soñaría su versión niñera inocente. Está claro que a partir de hoy, la Obregón se ha convertido en la novia de España, lo siento por Lolita, pero el "si me queréis, irse" acaba de claudicar.
Ana Obregón pic.twitter.com/dUFPpJ6Trm
— El HuffPost (@ElHuffPost) January 1, 2021
"Cuando antes presentaba las Campanadas, le mandaba un beso a mi hijo que me veía desde casa y este año se lo mando al cielo", dijo Ana Obregón sin olvidarse de lo más importante para ella: despedir este año tan jodido homenajeando a su hijo Álex, al que echa de menos cada día desde el pasado mes de mayo. No sé si fue más emocionante la entereza y fortaleza de Ana o la empatía y el compañerismo de Anne... Sin duda alguna, las grandes protagonistas de este año.
Antena 3, Cristina Pedroche y Alberto Chicote
He tenido que diseccionar cada minuto de las Campanadas de Antena 3 con bisturí, cual médico forense, para poder encontrar un poco de contenido televisivo (incluyendo el des-vestido de la Pedroche) entre tanta publicidad: que si las cervezas, que si el refresco de cola... Ha sido como si los relaciones públicas que intentan por todos los medios llevarte hasta su garito retransmitieran la entrada al Año Nuevo este 2020 en Atresmedia...
Cristina Pedroche se ha convertido en la Cenicienta ibérica tras casi quedarse echa un guiñapo a golpe de campanada, ¡que son las doce! Y es que la presentadora descubrió su ínfimo vestido a la vez que sonaban los cuartos, quitándose ese relleno edredón que venden en Ikea para descubrir un delantal del 'DiverXo' que le ha dejado su marido.
"Casi no me da tiempo, pero lo importante son las Campanadas. Con esta maravilla de Pedro del Hierro quería llevar luz a todas las casas, es un homenaje a las mascarillas que tanto usamos", reveló la Pedroche tocha, olvidándose de los otros grandes homenajes de su outfit navideño: con su tocado del pelo, está claro que la de Vallecas quiso acordarse del guante de rejilla del carnicero de su barrio, que siempre le despieza los muslos para la paella y tiene un género de primeras calidades... ¡Más apañao el hombre!
Y por supuesto, que no se nos olviden esas botas aguamarina muy por encima de las rodillas, que completan este look tan de la villana de 'Pokémon' (Jessie, la del Team Rocket) si hubiera fichado por el anuncio de 'Freixenet'. El último gran tributo de Cristina esta Nochevieja ha sido a la mítica Sabrina, porque ha estado a puntito de producirse un desparramiento de tetilla.
Este 'total look' (como dirían los que saben en 'Trendencias') con 16.308 piedras bordadas es una obra maestra (interina) de Nacho Aguayo en colaboración con Josie, basada en la idea del Confinamiento Couture, que no tiene nada que ver con las camisas y polares del Quechua (Decathlon) que llevaba Fernando Simón en sus comparecencias. De ahí a que el no vestido pareciera una mascarilla de esas que te dejan desnudo de nariz de lo que se chorran y la capa un edredón del que daban ganas de no salir jamás durante los meses de marzo y abril.
En resumidas cuentas, creo que por fin he entendido el objetivo de Cristina Pedroche de cada Nochevieja: hacer que el vestido del año anterior nos resulte menos feo en comparación con el actual. Es una carrera de fondo, es un mensaje de mirar con perspectiva hacia el pasado y con horripilancia al presente, como unas cejas mal depiladas: , solo así se entiende que las anteriores no estaban tan mal.
Hay que acordarse del pobre figurante llamado Chicote, al que ponían ahí junto a la de 'Zapeando' para rellenar, pero ya no rellena nada desde que está tan fino ¡Vaya tipín, Alberto! Me tienes que pasar la receta del éxito. Vamos, que el cocinero ahora pesa lo mismo que el archivador donde guardan los currículums profesionales de los viceversos (en tres o cuatro hojas, como mucho, cabe todo eso).
Eso sí, el chef con esmoquin clásico puede decir que ha sido el protagonista masculino de esta Nochevieja... Aunque bueno, teniendo en cuenta que los otros eran Christian Gálvez, cuyo proyecto profesional del 2020 más ambicioso ha sido el anuncio de 'Animal Crossing' (con lo bueno que es el tío), e Iñaki López, que nunca sería aprobado con mayoría absoluta por la población ya que hay mucho hater de la cadena verde y su contenido político, tampoco es que tenga mucho mérito.
Telecinco, Sandra Barneda y Christian Gálvez
Los telecinqueros han sorprendido dando las Campanadas de este año desde Canarias, porque sí, porque pueden. Mientras que todos los canarios se daban golpes contra la pared porque aun tenían que aguantar una hora más de 2020 que el resto de España, Christian y Sandra han sido los más chulos del lugar y han dado la bienvenida al 2021 ellos solitos, supremacía peninsular, desde lo que parecía un andamio que les ha prestado Bustamante de su época como albañil o el escenario de las mejores ferias de pueblo de la comarca.
Aunque, si no llegamos a estar en Nochevieja, yo hubiera dicho que esto era una promoción de 'La Isla de las Tentaciones 4', teniendo en cuenta que Barneda es la presentadora, con tantas imágenes del destino tan paradisiaco que son las Canarias, o que los presentadores (junto a esa mesita) estaban de encargados del stand de las islas en Fitur o cualquier otra feria de turismo. "¿Quieres una chapita en forma de uva?", les faltó decir entre tanta promo...
Sandra descubrió su vestido de Mayte Méndez de Vigo tras lucir un look con capa (un clásico de la última noche del año) al más puro estilo 'nueva maestra de Magia contra las Artes Oscuras' de Hogwarts. La finalista del Premio Planeta sorprendió con una impresionante reinvención del traje de la Princesa Leia (versión de entretiempo) con un largo trapito blanco de escote asimétrico y un brazalete más largo que el túnel del Canal de la Mancha (el Eurotúnel).
Christian, por su parte, pasó palabra cuando le preguntaron por la originalidad y ha escogido el mítico traje de pingüino, de solapa ancha y tirando del comodín 'me va a quedar mejor que a Chicote, fijo'. Eso sí, Gálvez le ha demostrado a Paolo Vasile (jefazo de Telecinco) que sigue en plena forma como comunicador, mereciéndose ya este 2021 un formato como Dios manda.
La Sexta, Cristina Pardo e Iñaki López
La prima gemela de Sonsoles Ónega y el Jorge Javier Vázquez de la política han despedido el año en la segunda cadena de Atresmedia con mucho sentido del humor y luciendo uno de los platós más graciosos de los balcones que hemos visto esta Nochevieja. Es curioso, oye, que después de habernos pasado medio año asomados por las ventanas y viendo a nuestros vecinos aplaudir, ellos solo pudieran hacerlo y ver al típico pesado que ponía la música para todo el barrio, en su caso Nacho Cano.
Cristina ha sido la única presentadora de las grandes cadenas generalistas que ha optado por el pantalón y la chaqueta, en su caso con un negro terciopelo, además de lucir su típico 'despeinada pero peinada' en la cabeza, donde cada pelo está perfectamente fijado e ideado para que no se le mueva con la ventolera. Iñaki, por su parte, ha preferido el granate para su traje como homenaje al color del que se le quedan los pies cada sábado tras cuatro horas de directo de pie y escuchando las burradas que sueltan por la boca muchos de sus colaboradores.
Como buenos periodistas políticos que son, hay un complemento que no podía faltar en sus 'looks' de esta noche: las quejas. Para Pardo, lo más jodido han sido los taconazos que escondían con elegancia sus campanas (las del pantalón). Sin embargo, la curiosa pega de Iñaki López ha venido a raíz de su traidor subconsciente, ¡que quiere comerse las uvas con la Pedroche!
Y es que el presentador de 'La Sexta Noche' ha confundido a su compañera Cristina Pardo con la otra Cristina llamándola 'Pedroche', la que ya para entonces tenía los pezones para rallar cristales (nunca mejor dicho, que es el material de su vestido) en la terracita de Antena 3.
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