Vargas Llosa lleva un cabreo de tres pares de narices. Tras hacerse pública su ruptura con Isabel Preysler, ha salido a la luz una cara desconocida del escritor: podría ser un celoso empedernido. Él lo niega, Isabel lo reafirma y en 'Sálvame' hay alguien que da veracidad a lo que dice la reina de corazones.
Desde hace varios días, en los platós de televisión no paran de hacer referencia a los supuestos celos enfermizos de Vargas Llosa. Al parecer, el premio Nobel no soportaba que su chica bailase con otros, e incluso llegó a montarle un pollo cuando Isabel, tras acudir a un evento publicitario, llegó a Villa Meona a la 1 de la madrugada.
Mario no soportaba que su chica hiciese una vida más allá de las pareces de su mansión, o al menos así lo aseguran varios colaboradores de televisión. Entre ellos, Kiko Matamoros, que no ha dudado un solo segundo en aseverar que Llosa es un celoso en toda regla. Ayer, en el programa de las frutas, desvelaban que Mario estaría dispuesto a tomar acciones legales contra él.
Matamoros, más chulo que un ocho, volvía a retar al ex de Isabel: "Vamos campeón, ayer conté varios casos y hoy te voy a contar uno nuevo. Principios de este verano, Portugal, se celebra una boda, asiste Isabel Preysler, Mario se queda en Madrid. Se publican las fotos de la boda y ve quién está sentado al lado de Isabel en la mesa, algo con lo que ella no tiene nada que ver porque en una boda de alta sociedad te asignan el sitio. Le monta un pollo de celos otra vez más y llama a la madre de la novia a pedirle responsabilidades".
De este modo, Kikito dejaba claro que su versión es la correcta. No teme a las represalias, dice conocer más episodios turbios del escritor con Isabel y no le temblará el pulso en contarlos. Mientras tanto, Mario podría estar preparando un buen taco de demandas en su despacho.