Poco queda ya para el gran bodorrio. Tamara Falcó e Íñigo Onieva, el hombre que la engañó delante de toda España, están a puntito de darse el sí quiero ante los ojos de Dios. Un Dios que, esperemos, haya olvidado la infidelidad de aquel gamberro discotequero que ya pasó a mejor vida. Onieva es ahora un hombre decente, un cristiano ejemplar cuya única misión es hacer feliz a su marquesa.
Las dudas sobre quién es el verdadero Onieva siguen en el aire, pero Tamara no confía en rumores ni habladurías. Ella cree en el perdón, cree en su churri y está convencida de que es el hombre correcto. Quiere vestirse de blanco, coger la mano su hombre y caminar juntos hacia una vida de eterna felicidad.
El ocho de julio se hará realidad el sueño de la marquesa y quedará unida para siempre a Onieva. La ceremonia tendrá lugar en El Rincón, habrá famosetes a tutiplén y, evidentemente, también habrá exclusiva. Cualquier movimiento de Tamara vale un dinero, y aunque parezca lo contratio, la Falcó no tiene un pelo de tonta.
Íñigo y Tamara ya lo tienen todo cerrado con la revista del saludo. Allí posarán felices junto a la reina de corazones y otros invitados. Carolina Molas, finalmente, aparecerá en alguna fotografía grupal por petición de la novia, tal y como aseguran desde Informalia.
Según Aurelio Manzano, parte del dineral que los tortolitos logren embolsarse irá destinado a una organización cristiana. Así lo desea Tamara y, al parecer, Íñigo no ha puesto un pero. Le parece correcto que su chica comparta los lereles con organizaciones de cualquier ámbito, o al menos no se queja de ello. Tampoco estaría en condiciones de hacerlo, por supuesto.
Fotos: Gtres