La movida está servida en casa de Piqué y Shakira. Aunque ya no comparten domicilio, lo cierto es que el hogar de ambos es aquel donde se encuentren sus retoños, y ahí es donde está el problema. Ella quiere llevárselos y él se niega en rotundo. Shakira se siente sola y acosada. Piqué, sin embargo, prefiere paliar su dolor saliendo de farra día sí y noche también.
Shakira parece estar triste, meláncolica y cansada de ser el centro de atención desde que se hiciera pública la ruptura. Tal y como asegura Laura Fa, la cantante desea con todas sus fuerzas marcharse a Miami junto a sus hijos, al menos durante las vacaciones de verano.
Gerard, en cambio, prefiere que tener cerca a los niños. Al parecer, el futbolista no quiere que los pequeños pierdan el vínculo con sus abuelos, y la única fórmula para conseguirlo es mantenerlos en Barcelona. El colegio ha terminado, pero la artista y el del Braça no se ponen de acuerdo.
Lorena Vázquez, periodista, ha asegurado que la colombiana está hasta el moño de Barcelona. Necesita salir de la ciudad y reunirse con los suyos. Aquí no tiene amigos y tampoco amigas. Su relación con las churris del resto de futbolistas jamás ha sido buena y solo tiene a su hermano, Tonino, que también sufre el acoso mediático de los últimos días.