Sergio Dalma acaba de subirse al carro del negacionismo, o al menos así lo demuestra su comportamiento durante su (no) concierto en Murcia. Al cantante le dio por hacerse un Miguel Bosé, y no dudó en incitar al público a levantarse de sus asientos para menear el esqueleto. ¿Restricciones? ¿eso que es?
Sergio Dalma - Instagram
No sabemos si Dalma tenía ganas de 'party' o se había pasado con el 'drinking', pero el artista estaba emocionado hasta decir basta. Tanto es así que, nada mas comenzar, la organización decidió suspender el evento por los comentarios del cantante, que incitó a los asistentes a pasarse las medidas anti-Covid por el forro.
Sentimos mucho lo que acaba de suceder. Llevamos dos meses trabajando sin descanso para que todo salga bien, cumpliendo todas las normas marcadas por el Gobierno Regional y las autoridades sanitarias.
— Las Noches del Malecón (@nochesmalecon) August 1, 2021
Una cosa nos ha quedado clara, para Sergio Dalma 'bailar pegados es bailar', y no hay tu tía. Aquí no cabe discusión alguna. Y mientras el artista se ganaba a pulso cancelación de su concierto, las redes han ardido poniendo a caer de un burro al cantante.
"Vamos a interrumpir el concierto cada vez que les manden sentarse".
— Pablo Carbonero (@PabloCarbo96) August 1, 2021
Vergonzoso comportamiento de Sergio Dalma @SDalmaoficial que no empaña el gran trabajo de @nochesmalecon (especialmente de la gente de protocolo y seguridad). pic.twitter.com/O5BEuDj1pI
Pero la cosa no queda ahí, tras el revuelo que se ha formado en varios programas de televisión por la actitud de Dalma, el hombre se ha visto obligado a pronunciarse a golpe de tweet, que es lo que se lleva ahora: "Solo quería que la gente se levantara desde su asiento a disfrutar de algunas de mis canciones, insisto, siempre con mascarilla. De todas formas, mi actuación ayer no fue la adecuada y pido disculpas".
— Sergio Dalma (@SDalmaoficial) August 2, 2021
Y colorín colorado, así es como Sergio Dalma su concierto se ha cargado. Con las ganas que tenía Murcia de escuchar tu voz, muchacho. Y vas tú y la lías incitando a todo 'pichimichi' a levantar el culo de sus asientos. ¡Qué paciencia, leñe!