Hasta el momento, Ro se ha mantenido en sus trece de callar la verdad para seguir diva, cual folclórica que ignora a la prensa con la cabeza bien alta, con golpe de bufanda y gafas de sol. Sin embargo, tal y como ha informado esta misma mañana la revista 'Lecturas', esto podría cambiar de aquí a unas semanas.
Todo apunta a que Rocío Flores ya está preparando su vuelta a la televisión, de la que ha renegado desde su vuelta de Honduras el 5 de junio del año pasado, reencontrándose con su novio a través de un metacrilato, lo que ha venido siendo (hasta la fecha) una reunión familiar de Urdangarín con los suyos. ¿Quieres saber cuándo responderá a su madre en un plató de Telecinco? ¡Haz click en el vídeo!
La Sansa Stark de nuestra España profunda aún no ha escuchado los capítulos que más comprometen a Antonio David Flores como padre, tal y como vimos en el avance del capítulo 6 que veremos esta noche del miércoles 7 de abril, donde Rocío Carrasco asegura que el excolaborador de 'Sálvame' metía miedo a una pequeña Rocío para que esta no quisiera ir a casa con su madre y Fidel Albiac.
"Se quedó mirándome y me dijo 'mamá es que papá me ha dicho que cuando tú nos acuestas Fidel y tú os vais de casa y nos dejáis solos", contará la Carrasco con pelos (rapados por un lado, que es su estilo) y señales en el nuevo episodio de la docuserie.
Lejos de tener ojeras como hamacas, tal y como imaginábamos, Anthony Deivid Flowers ha jugado a ser influencer y ha mostrado una dudosa apariencia de perfección en su estado de ánimo durante sus últimas apariciones públicas. '¡Teatro, lo suyo es puro teatro!', podría ser la banda sonora de la docuserie paralela que se ha montado entorno a él en vez de tantos representantes extranjeros de Eurovisión.
Sin embargo, Rocío (que es más trasparente que un vestido de la Pedroche) se ha dejado ver algo más afectada frente a las cámaras, y en momentos muy puntuales, como en la despedida de Olga (a la que veremos a partir de este jueves como concursante de 'Supervivientes') o trabajando en Madrid como imagen de un local de belleza, muy propio ahora que está más pibonéxica que nunca.