Jesulín y Campanario viven su propio retiro espiritual. Desde que nació el pequeño Hugo, la pareja no sale de Ambiciones y sus compromisos en el exterior parecen haber desaparecido. Son felices en la finca, siempre en familia y sin tormentas mediáticas que puedan hacer tambalear la salud de María José.
Hubo un tiempo en que la guerra entre la Esteban y los tortolitos era el pan de cada día en televisión. Belén disparaba y la reacción de la pareja no tardaba en llegar, pero todo aquello ya terminó. Jesulín y su esposa son felices en paz y armonía, lejos de Telecinco y de cualquier polémica.
"Ella está muy feliz con su niño, allí en Arcos, haciendo una vida muy tranquilita y sin hacer nada especial. Me ha dicho que su prioridad en estos momentos es cuidar a su bebé. No trabaja, pero sí lo hará más adelante, buscando un empleo de lo suyo en una clínica cercana a su casa. Se acabaron las aventuras profesionales lejanas", comentaba la periodista Carmen Pardo, tal y como recoge Informalia.
Además, todo parece ser de color de rosa en la finca de Jesús. Con el nacimiento de Hugo, aquello se ha convertido en una especie de zona 'zen' donde no hay enfados ni malos rollos: "La relación de María José con los hermanos y la madre de su marido es ahora buena. Todo estupendo. Os puedo asegurar que reina la armonía en la familia Janeiro Campanario a todos los nieves", aseguraba la mencionada periodista.