Rafa Nadal ha hecho como la ronda de las ferias de los pueblos, pero con los programas de televisión. Hace unos días lo pudimos ver cascando con Broncano y bromeando sobre Federer en 'La Resistencia', y ayer se dejó caer en 'Mi Casa es la Tuya' con Bertín Osborne. Eso sí, ambos en Mallorca. Este tío tiene más apego a su isla que Chanquete a su barco.
Como no podía ser de otra manera, Rafa ha sido preguntado por su relación con su mujer, con la que se casó en 2019. Presentador e invitado se han metido en las cocinas industriales para deportistas (donde la sartén para fritos debe estar nueva, allí solo se comen cosas a la plancha y verduritas al vapor) para preparar una buena comilona con los viejos amigos de Nadal.
Mientras que freían el buen pescadito para dicho 'Festín Osborne', Bertín ha expresado las ganas que tiene de conocer a la esposa del tenista. Rafa ha hablado maravillas de su cielito, Xisca Perelló; de cómo es su relación, cuándo la conoció; e, incluso, ha revelado cuál es su verdadero nombre: "yo la conozco desde que soy pequeñito pequeñito. Yo solo la llamo María Francisca (su nombre del DNI) cuando hay un poco de tensión", ha dicho con una sonrisa de lo más picarona. No ha especificado de qué tensión estamos hablando, o si es que una les lleva a la otra...
Rafa ha asegurado que, aunque solo lleve un año de casado, puede decir que no ha cambiado nada del noviazgo al matrimonio entre ellos dos. Bertín le ha preguntado, con su copita de vino en la mano y mirando como Rafa suda la gota gorda (que está acostumbrado) friendo el pescado, cómo han llevado el confinamiento.
"Ella mejor que yo. Al final, ella hacía sus horas de oficina, porque ella es la directora de esta fundación... Y claro, con tanto confinamiento había trabajo para dar y regalar. Yo solo podía hacer un poco de preparación física desde mi casa y vivimos en un apartamento", ha dicho apuntándose otro touch down set en cuanto a campechanía, ganando de goleada a Juan FucKarlos I, que está de capa caída en estos términos (y en cualquiera).
Rafa Nadal ha destacado de su mujer su paciencia y su tranquilidad, una capacidad extremadamente necesaria para su ritmo de vida. Pero igual, por mucha paciencia que tenga, ya va siendo hora de tener niños, ¿no, Rafa?
"Yo confío en que sí (voy a tenerlos). A mí me encantan los niños. Pero hay un problema. Yo pensaba: 'bueno, ya cuando me retire...' Pero claro, creía que a los 30 estaría 'caput', pero se ha ido alargando el tema", ha dicho cuando Osborne le ha preguntado si quiere apuntarse al club Baby Boom de famosos.
"No me puedo ir de aquí pensando que este tío no tiene ni un defecto", ha verbalizado Bertín Osborne representando a todo el sector masculino de España cuyas suegras nos tienen/tendrán puesto el listón 'Rafa Nadal' (inalcanzable) para poder desposar a sus hijas e hijos. Los colegones de toda la vida del tenista han revelado que su mayor defecto es que es más tardón que los que están recontando los votos de las elecciones americanas (Biden vs Trump).
Rafa ha contado que siempre llega a tiempo donde sabe que no puede llegar tarde, aunque reconoce que el karma le devolvió todo lo que había hecho esperar a sus amigos el día más importante de su vida: "en la boda me la devolvieron por 20. Harta de esperar yo creo que aquel día dijo 'ahora vas a esperar tú'", ha dicho bromeando al recordar lo que tardó su mujer mientras que él la esperaba en el altar.