Cada tarde, decenas de personajazos de todo tipo pasan por 'First Dates' con el único objetivo de encontrar a su media naranja. Unos lo consiguen, y otros con peor suerte, regresan a su hogar con la cartera vacía y el corazón roto. Sin embargo, hay dos muchachas que siempre triunfan en el reality: Marisa y Cristina Zapata, las gemelas camareras que ya son todo un imprescindible en el formato.
Las famosas gemelas de 'First Dates', esas de pelo negro que siempre atienden las mesas al mismo tiempo, son dos actrices extremeñas que, por suerte o por desgracia, acabaron en el programa de Sobera poniendo copas. Marisa y Cristina tienen 42 años, ambas perseguían el sueño de ser actrices y terminaron cumpliéndolo. Ninguna de ellas es Penélope Cruz ni manejan la pasta de Jennifer Aniston, pero oye, curran a diario en televisión y no parece irles mal.
A juzgar por sus palabras, parecen bastante contentas de pertenecer al prestigioso elenco de camareros del programa de citas más conocido de la tele. En una entrevista para Diez Minutos, explicaron que ambas son actrices profesionales. Estudiaron la carrera de Interpretación en la Universidad de Sevillas, trabajaron como modelos para Inditex e hicieron teatro durante años.
Marisa y Cristina Zapata, las gemelas de 'First Dates'
Un día, la oportunidad de colarse en 'First Dates' llamó a su puerta. O mejor dicho, a la puerta de ambas. Algo sorprendidas con el proyecto, aceptaron la oferta y están encantadas: "Ha sido maravilloso, singular y atractivo. Era la primera vez que me enfrentaba a un reality y he quedado encantadísima con los compañeros y el día a día en el plató", decía una de ellas en la mencionada entrevista.
"Desde que tuvimos razón de ser nunca hemos dejado de luchar. Todo lo que hacíamos en la vida era para conseguir este objetivo. Nunca he dudado. A mis 18 años me fui de mi pueblo y estudié Arte Dramático. Fue nuestro padre quien nos preparó y conseguimos entrar en una escuela para debutar en el Festival de Teatro Clásico de Mérida...", relataban.
Además, confiesan que ser gemelas le ha venido como anillo al dedo en el terreno laboral, y en alguno más: "Nos ha beneficiado porque hemos cuajado y hemos hecho gracia. Sí que es verdad que en muchas ocasiones solo nos querían de gemelas, pero siempre recalcamos que estamos dispuestas a pelear por un papel individual... Una vez nos intercambiamos para una cita porque a una de nosotras no nos apetecía. Ahora no lo haría, no compartiría mi pareja. Somos muy celosas la una y la otra".