Lo que muchos han definido como la mejor intro de la temporada televisiva (en la que llevamos inmersos menos de una semana, tampoco es que haya mucha competencia), yo lo veo como un intento de TikTok por el que tampoco pasaría Mario Casas.
Atención al baile de fin de curso o de padres borrachos en una discoteca ochentera un sábado a mediodía. Así menean el esqueleto los famosos cocinillas de la temporada 5 de MasterChef Celebrity.
Vayamos parte por parte porque este vídeo no tiene desperdicio. Hagamos lo que Pepe, Samantha y Jordi llamarían una deconstrucción de cabecera, aunque yo diría que es hacer cocina de aprovechamiento: aprovechar este anuncio malo de electrodomésticos Balay para echarnos unas risas.
Como cocinen igual que bailan... Quitadles de la vista los cuchillos a los jueces porque esto puede acabar como una tragedia griega.
La cosa empieza fuerte, como un cóctel de anís del mono con Cola Cao. Abrimos con un chiringuito de alcohol para poder vivirlo con intensidad como primer escenario, en el que irrumpe Melani Olivares con un paseito a trote cochinero como si estuviera escocida después de cuatro días en Caños de Meca.
Josie hace un poquito de Loco Mía con una servilleta de tela de las que pones perdidas en las comuniones, Ainhoa Arteta toca las copas y Raquel Meroño aparece con el mood de la cuarentena: echándonos un copazo rodeada de los tres majaras de siempre auto engañándonos como si estuviéramos en un fiestón en la casa de Los Javis.
Capítulo 2 de esta vergüencita ajena tan adictiva. Raquel Sánchez Silva se ha marcado más coreografía en tres segundos que Mónica Cruz en 6 temporadas de 'UPA Dance'. Con la energía de un Pikachu recién levantado, la presentadora da vueltita de peonza esquizofrénica, le jode el guiso a Perico Delgado y se pone las limas como pendientes. ¡Ahí lo llevas!
La Terremoto de Alcorcón disfrazada de las tías brujas de Hillary Duff en la película de Casper (y Wendy) y se maquilla con unas hojas como si viniera el tío que le gusta y actuara con normalidad. Quizás sea David Fernández, que toca la 'guisarténtarra' cual típico padrega (padre colega) que cocina una vez a la semana y parece que hay que hacerle la ola por hacer un huevo frito con puntilla.
Llega mi parte favorita. Celia Villalobos moviendo las 'PPeras' como la 'Tiki-tiki miau-miau geriátrica' a la que un jovenzuelo guapetón le saca a bailar (Gonzalo Miró, al que le cancelaron el vuelo a Turquía por la pandemia). Parecen las fiestas patronales en la plaza del pueblo, mientras que la abuela le toca culo 'disimuladescaradamente' al niño de la Pilar.
Después, Nicolás Coronado y Lucía Dominguín, la hermana melliza perdida de Mercedes Milá, bailando alegres like dos teletubbies un día de solano como si acabara de llamar Miguel Bosé para decir que no va a poder ir a la cena familiar.
Y llega el momento estelar. El de Jesús Castro, el actor compañero de pupitre de la escuela de interpretación de Omar Ayuso donde enseñan el gran método de usar una misma cara para todas las situaciones, 'ahorro facial' lo llaman. Que alguien le de un expresso, por favor, a ver si así gana algo de energía y 'expressa' algo más que el rollito "soy guapo y no me hace falta hacer el payaso para gustar".
¡Y lo que se va ahorrar en operaciones para ocultar las arrugas de expresión! Atención a cómo le mira Ballesta. Son las únicas imágenes que existen de Juanjo sin sonreír, y no me extraña.
Laura Sánchez llega arrebatada dando vueltas en la carreta empujada por Flo, que homenajea a Carmen Lomana en su momento parraque con esa cara de estar tan confuso que se hirió a sí mismo al recibir el golpe de batería de Juanjo Ballesta. Le faltan los pajaritos amarillos dando vueltas.
Las comparaciones son odiosas, pero ni punto de comparación con el del año pasado. Este vídeo parece dirigido por un becario millennial TikToker mientras que el de la cuarta edición de famosos tenía tantos guiños ocurrentes y divertidos que, al lado de la cabecera de este año, parece dirigido por Amenábar. Ana Obregón tropezando como en los TP con la paella de Steven Spielberg, los Chunguitos sin saber coger los palillos del sushi...
Pero... ¿Hay tanto hype con esta quinta edición que nos hemos detenido en desglosar el vídeo de apertura? Evidentemente. Y es que si hay que esperar hasta el martes, estoy dispuesto a minutarlo, doblarlo e incluso hasta imitarlo con mis compañeros de redacción. ¡Qué ganas del estreno!