El pasado viernes ocurría la tragedia. Sonsoles Ónega, esa mujer que cada día rinde homenaje a la Carrasco con su peinado, abandonaba Telecinco para marcharse a casa con la peor de las noticias: el COVID se había apoderado de su cuerpo. La presentadora salíó por patas de Mediaset y ahora, se encuentra en el sofá de su casa, ansiosa por volver al curro y sin síntomas.
Marc Calderó, el sustituto oficial de Ónega, ha informado sobre la salud de su jefa. 'La Sonso' está como un roble, no tiene dolor de ningún tipo y tampoco parece haber perdido el gusto ni el olfato. Tan solo está en cuarentena, y a juzgar por su último 'storie', bastante cansada de esta situación.
"También esto pasará", escribía ayer en Instagram. Y sí, el COVID de Sonsoles pasará a mejor vida en menos de lo que dura el 'Fresh', pero el culebrón Riesco-Flores-Carrasco todavía promete alargarse unos cuantos meses. Cuando Sonsoles vuelva a pisar su plató, tendrá que dar las explicaciones necesarias al respecto del último escándalo telecinquero.
Cuando Marta aseguró haber charlado con Rociíto a través del móvil de Luis Pliego, la presentadora dio por cierta dicha información tras consultarla con una de sus fuentes. Ahora que la ex de AntonioDá ha demostrado con pruebas que jamás habló con la Riesco, Sonsoles tendrá que aportar su versión de los hechos.