La que fuera reina de las mañanas en televisión sufre su peor revés en lo que a salud se refiere. Desde hace varias semanas, Teresa no come, no sale y tampoco quiere ver a nadie. Su ánimo está por los suelos, y aunque Terelu y Carmen Borrego intentan animarla, no hay forma de que la presentadora levante cabeza.
A sus 81 años, María Teresa padece las consecuencias del envejecimiento. Su inactividad laboral y la pérdida de facultades hicieron que la abuela de Alejandra Rubio se quedase postrada en el sofá a la espera de una llamada salvadora. Se aferró a la idea de que alguien descolgaría el teléfono para regalarle una nueva oportunidad ante las cámaras, pero aquello jamás sucedió.
La tristeza invadió a Maritere, y desde entonces no ha mejorado. Asumió a regañadientes que su etapa laboral ha finalizado, pero lejos de buscarse un hobbie, se estancó en una monotonía que está acabando con su ánimo. No sale, no recibe a sus amigos y ha perdido mucho peso, tal y como publica Semana.
"El día 31 sufrió una caída de la cama. El médico la vio en casa y no presentaba nada más que el dolor muscular. Aún así como ella seguía quejándose hemos decidido que tenían que verla y hacerle las pruebas. Ella está muy débil porque come muy poquito», comentaba Terelu hace unos días.
Gustavo, su adorado chófer, continúa junto a ella en esta etapa gris. Insiste en salir a pasear e intenta a diario que su jefa recupere la energía, pero las cosas no cambian.