Sandra y Darío, aparte de ser las personas más importantes en la vida de Feliciano López -Happyorto para Alba Carrillo- (su mujer y su hijo), son los alicantinos de 'La Isla de las Tentaciones' que llegaron al concurso como la Bad Gyal de Alcampo y el gamer buenorro de esta cuarta edición. Aunque, hasta la fecha, parecían estar pasando algo desapercibidos en cuanto a cuerneo se refiere, resulta que la tocaya de la presentadora podría estar de capa caída por el mismo motivo por el que los superdotados no atienden en clase: por el aburrimiento que produce jugar a un juego que ya te has pasado hace tiempo.
Tal y como reveló el tentador expulsado que decidió morir matando, Sergio el petado, Sandra le fue infiel a Darío antes de que pusieran un pie en el catamarán que les llevó rumbo a 'La Isla de los Guarrindongones'. Un testimonio al que se ha enfrentado el armario empotrado llamado Darío en la hoguera:
"Yo esto lo sabía. Me pidió que no contara nada y no conté nada. Yo no he hecho nada, nunca he fallado a una persona. ¿Qué he hecho yo en esta vida para merecer esto? La perdoné y vinimos porque estoy enamorado de Sandra", decía el habitante de villa Playa dejando de pasta de boniato tanto a sus compañeros, que no entienden como ha permitido una infidelidad de su pareja sin tener vacaciones gratis a cambio (como sucede en el programa), como a la presentadora, que le ha montado el chicken de su vida tras sentir que "emo sido engañaos".
Darío ha confirmado, por tanto, que su paso por el programa estaba siendo una farsa por tal de encubrir a su pareja, Sandra: "Lo que ha dicho este chico es real. Tenía inseguridades porque ella me fue infiel antes de venir. He sido honesto. Si ella no quiere decirlo, ¿qué voy a hacer yo? ¿decirlo? Yo no quería venir aquí, me enteré antes de venir. Estaba roto, era un fantasma porque me rompió en pedazos. Ella no me lo quiso decir y me lo contó un amigo", ha mantenido el alicantino.
El brutal enfado de Sandra Barneda por la falta de honestidad de los participantes
La presentadora ha expresado su decepción con el concursante por cómo han mentido él y su pareja en su currículum amoroso en el casting, como cuando se pone eso de "nivel básico en inglés": "Darío, no has parado de decirme que confías en ella. No has parado de decirme que quien tenía que confiar en ti era Sandra. ¿Cómo te voy a creer? Tenemos un pacto en la hoguera que es decir la verdad y ser honestos", le ha reñido Sandra Barneda al concursante que lleva todo el peso del mojabraguismo de la edición (es el que más éxito parece estar teniendo entre el público).
Darío ha admitido que necesitaba quitarse el peso de encima que le suponía mantener esta mentira, pero no se veía capaz de fallar a su chica por el amor que siente por ella: "Estoy enamorado, sigo enamorado. Estoy mal, estoy rato, ¿por qué te crees que estoy llorando en las hogueras? Nadie sabe lo que he pasado yo, ¿tú sabes lo que es venir a 'La Isla de las Tentaciones' cuando tu pareja ya te ha sido infiel? Ella está diciendo que no confía en mí, pero realmente soy yo el que no confía en ella", ha terminado reconociendo el único gamer que parece tener su habitación en orden.
Barneda ha seguido exigiéndole a Darío la honestidad que requiere un programa como este, donde el ser deshonesto vale millones (y no sale a cuentas si se hace fuera de cámaras): "Esto no es solo una prueba de amor, también es una prueba de honestidad con vosotros mismos para acompañaros en este viaje y aprender de todo lo que está sucediendo. Hoy, Darío, has sido sincero. Espero ver a partir de ahora el verdadero Darío", le recriminaba la presentadora.
El participante ha acabado haciéndose lo que ya se conoce como un 'Marta Peñate': llorar chillando mucho y sin lágrimas. Darío ha cortado la intervención de Alejandro Nieto al grito de "¡Qué dolor, qué dolor!" (pero mucho menos rítmico que el de Raffaella Carrá) rompiéndose en pedazos y acabando en el suelo: "¡Cómo me ha podido hacer esto, tío! Me ha fallado ya, la he perdonado, pero es muy complicado todo", lloraba el joven de 22 años buscando el consuelo en su amigo Josué.
Vía | MitelePlus