Imaginábamos a Tamara bajando las escaleras de El Rincón brillante y pomposa, como una auténtica marquesa, pero la decadencia del edificio no permitirá que disfrutemos de semejante estampa. Al parecer, el palacio de la Falcó no está para mucho trote. Necesita una inversión millonaria para ser adecentado, y el 18 de julio, día en que la hija de la Preysler y su amado Onieva se darán el sí quiero, está a la vuelta de la esquina.
Tamara está convencida de casarse en El Rincón. El palacio que heredó de su padre es para ella el lugar idóneo donde contraer matrimonio, pero las condiciones no son las que seguramente desearía. Tal y como publica Informalia, la construcción es antigua, tan solo funciona un baño y las ratas corren a sus anchas por los pasillos.
El difunto Carlos Falcó no tenía 'money' para invertir en su palacio, y con el paso de los años, se echó a perder. Ahora sus dueños son Tamara y su hermano Manolo, pero tampoco parecen llegar a un acuerdo para reformar la fortaleza. Saben que es necesario desembolsar un buen dinero y, quién sabe, puede que estén esperando a cobrar una posible exclusiva de la boda para ponerse manos a la obra.
En cualquier caso, la única certeza es que la colaboradora de 'El Hormiguero' celebrará su boda en un enclave polvoriento, en desuso y con algún que otro ratoncillo como invitado. Según el citado medio, será necesario instalar baños portátiles y una carpa para poder celebrar en el enlace.
Al parecer, "se hará un arreglo superficial de las pocas estancias que necesitan los novios y sus familiares". Es decir, un lavado de cara para salir del paso. Después, Dios dirá lo que sucede con el palacio de la marquesa.