Kiko Matamoros ha aparecido con gafas de sol y el ojo como una pelota de billar en 'Sálvame'. Este hecho podría explicarse por lo mucho que le fastidia ver tantas feministas en televisión a raíz de la docuserie de Rociíto (ya sabemos que no son santo de su devoción) o porque esté preparando un 'Men in black' made in Spain con Santiago Segura (como monstruo o como hombre de negro, esa es la cuestión).
Sin embargo, él mismo ha asegurado que se trata de una irritación ocular de lo más corriente, descartando por completo que sea un efecto secundario de la 'astraZeneca' o una consecuencia de haber estado innovando en la alcoba con su novia Marta López Álamo: "Creo que es una úlcera, me han dado una pomada", admitía.
El colaborador ha descartado el orzuelo como causa de su nuevo look con gafas de sol a lo 'Caiga Quién Caiga', de terraza dominguera o guardaespaldas de la Pantoja (con pinganillo y todo).
No sale de una (hace poco estuvo de baja por el covid) y entra en otra, el pobrecito... Cada vez estoy más convencido de que Kiko es un caminante blanco o, peor, una clonación modificada (con cirugía) del duque de Edimburgo.
“Me salió cuando me fui a la cama”, ha admitido abriendo la puerta a la teoría conspiranoica de que se le está enquistando ver todas las pruebas que está presentando Rocío Carrasco en 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' para avalar su versión y dejar con el culo al aire a nuestro 'The Rock' patrio. De hecho, Rociíto se refirió ayer a él como "una marioneta más de Antonio David".