Ortega Cano no puede más. Las salidas de tono de Ana María y Gloria Camila en los platós de Mediaset son al go habitual, y Ortega está hasta la coronilla de ser el centro de atención. A sus 68 tacos, el torero quiere vivir tranquilo y sin sobresaltos, pero las dos mujeres más importantes de su vida se lo están poniendo complicado. Harto de tanto cotorreo, el viudo de la Jurado ha estallado en 'Ya son las Ocho'.
Si no es una, es la otra. Gloria Camila raja en el programa de Sonsoles y Aldón responde en fin de semana desde el estudio de 'Viva la Vida'. Y en mitad de esta lluvia de zascas, siempre cae alguna exclusiva protagonizada por una de las dos. Ambas viven de la tele, del cotilleo y, esencialmente, de crear contenido acerca de su familia. Ortega, sin embargo, lo único que desea es desaparecer de la pequeña pantalla.
Él no quiere tele, ni revistas, ni fama. Apoya a su mujer y a su hija porque cree que debe hacerlo, y al mismo tiempo les brinda la libertad participar en televisión si así lo desean. Es un hombre comprensivo, pero no permitirá que jueguen con su intimidad, con su pasado y mucho menos con su salud. Ortega necesita relax, y eso es precisamente lo que ha exigido en pleno directo.
Ayer, Ortega levantaba el teléfono y decidía entrar en el programa de Sonsoles: "Estoy cansado de ser tan buena persona. Quiero pedirles a todos que me dejen, a mi mujer, a mi hija, que las quiero a morir, las apoyo, pero que me dejen vivir mi vida, por favor", suplicaba bajo la atenta mirada de GloriaCá, que se encontraba en plató.
"Yo no voy a ser el protagonista de todos los programas, no quiero saber nada de la televisión. Yo respeto mucho y quiero que me respeten, pido a mi hija, a mi mujer y a todos que me dejéis vivir tranquilo. Me gustaría que hablaran menos. Estoy regular de salud y un día me va a dar un patatús", sentenciaba el diestro.
Su hija, lejos de cerrar el pico y tragar, replicó: "Hace dos semanas que yo no hablo de esto, porque no quiero que se le dé más importancia. Yo la llamé, no me respondió y aun estoy esperando que me responda. Nada más", decía sobre Ana María. Dí que sí muchacha, tú échale más leña al fuego...