Desde que Ana María Aldón y Gloria Camila comenzaron a lanzarse pullitas en Telecinco, el torero no consigue conciliar el sueño. Ortega está hasta el capote de tanto cotorreo en Mediaset y, harto del enfrentamiento entre su mujer y su hija, ha decidido tener una charla con ambas. La gran rajada de Rocío Carrasco en la cadena de Vasile hundió los ánimos del torero, y cuando creía haber superado el bache, se topa con una guerra abierta entre las dos mujeres de su vida.
Aunque decidió guardar silencio en un principio, Ortega se ha visto obligado a intervenir en la relación entre su churri y Gloria Camila. Ambas han dejado claro ante toda España que no se soportan, pero el viudo de la Jurado está dispuesto a zanjar la polémica. Por el bien de su salud, Ortega ha exigido a "sus chicas" un poco de paz.
Consiente que trabajen en televisión, pero está harto de que aireen los trapos sucios a cambio de cuatro perras gordas. Tal y como publica Informalia, el torero habría pedido encarecidamente a su mujer que ponga fin a sus zascas televisivos. Exactamente lo mismo ha hecho con su hija, a quien podría haberle caído una buena regañina por sus comentarios acerca de los diseños de Aldón en la 'Sálvame Fashion Week'.
Ortega no quiere enfrentamientos de ningún tipo, y mucho menos en televisión. A sus 68 tacos, y con una vida plagada de cornadas, el torero solo desea vivir feliz con los suyos. Quiere paz, descanso, relax, amor y el Plus para el salón. Se conforma con ver los toros desde su sofá y echarse la siesta después de comer. Las peleas televisivas entre su esposa y su hija le roban la tranquilidad y no está dispuesto a perderla.