Una vez instalada en su nueva choza, María Teresa Campos no ha dudado en llamar a la revista ¡Hola! para llevarse unas cuantas pelas a cambio de enseñarla. Aunque la mudanza no ha sido fácil (por las toneladas de ropa que acumula), la presentadora ya está asentada, feliz y siempre rodeada de sus tres personas de servicio.
Sí señor, aunque parezca mentira, Doña Campos necesita nada más y nada menos que tres personas siempre a su disposición. La primera de ellas es Sonia, una muchacha que comparte las 24 horas del día con la madre de Terelu y Carmen. La pobre mujer debe saberse todas las batallitas de la Campos de principio a fin.
El que tampoco se separa de Teresita es su querídisimo Gustavo, su chófer, aquel que puso a caer de un burro a Bigote Arrocet con el único objetivo de sacar la cara por la matriarca. Y para rematar, tal y como revela la revista del saludo, la presentadora tiene una tercera persona contratada durante el día para hacer las tareas del hogar. En total, tres personas currando para la que fuera reina de las mañanas, y ahora reina de su nuevo casoplón.
Con la cantidad de ropa y complementos que acumula Teresa, lo cierto es que no seria de extrañar que tuviera media docena de personas dedicadas únicamente a cuidar sus pertenencias. "Tengo varias habitaciones con mis trajes, mis camisas...Luego tengo un cuarto lleno de zapatos. Cada vez que viene alguien le digo de regalarle algunos", asegura la Campos.
La nueva choza de la presentadora es grande de narices. Tiene alrededor de 200 metros cuadrados, una terraza de infarto y una decoración tan señorial como su dueña. "Estoy encantada con mi dormitorio. La cama me la ha regalado Terelu, con una colcha como de terciopelo. Junto a mi cama, están mi cuarto de baño y mi armario con los vestidos", dice Teresita.
Además, la presentadora asegura tener más ganas que nunca de volver a la tele. A sus 80 tacos, Teresa todavía tiene mono de luces, cámara y acción. "Prácticamente todas las semanas me piden que haga cosas. Hace unos días hice una en Telemadrid con Anne Igartiburu. Es un repaso de toda mi vida hecho con cariño...", relata María Teresa con la esperanza de que algún directivo de Mediaset vuelve a levantar el teléfono para ofrecerle un programa.