Rocío Flores es una mujer nueva. Desde hace un tiempo a esta parte, la hija de Antonio David parece haberse propuesto cambiar cada una de las partes de su cuerpo, y lo ha coseguido. Primero se puso labios, despues pómulos y acabó por los pechos. Ahora, se está recuperando de su polémica lipoescultura, con la que ha conseguido quitarse cuatro kilitos de encima sin pisar un gimnasio.
Aunque reconoce estar dolorida, Rocío asegura estar orgullosa de su cambio. Lleva un mes invalida y todavía no puede sentarse, pero ya lo decía mi abuela: el que algo quiere, algo le cuesta. Aunque en el caso de Rocío, poco lo ha costado. A cambio de unos cuantos 'stories', la ex amiguísima de Marta Riesco se ha operado totalmente gratis.
Pero Rocío no solo es una mujer nueva por fuera, también lo es por dentro. Ha cambiado su cuerpo a golpe de bisturí y su mente a base de decepciones. Cuando comenzó su andadura en 'El Programa de AR' hizo amistad con la Riesco. Meses después, descubrió que la reportera estaba enrollada con su propio padre. Si esto no es heavy, que baje Dios y lo vea.
Ante semejante puñalada, Ro Flo parece haber decidido cambiar de amigas. Se acabaron las amistades telecinqueras, ahora solo quiere gente de bien. Y puede que, precisamente por eso, Rocío haya querido acercarse a Sol Macaluso, la reportera de guerra que se hizo viral por sus crónicas desde Ucrania.
Ayer, Sol coincidía en el plató de 'Ya Son las Ocho' con Rocío, y esta, como buena 'influmierder', decidía grabarse un 'storie' junto a la periodista: "Tengo nueva compañera y me encanta coincidir con ella. Estamos aquí con Sol. ¿Listas?", comenta Ro en Instagram mientras se arrima a la reportera.