El churri de Paz Padilla está atemorizado. Aunque es guardia civil y ha lidiado con situaciones de verdadero riesgo, Fran Medina ha confesado tener "estrés y pánico" tras ver su rostro en la portada de una revista. Considera que no se ha respetado su anonimato, y aunque mantiene una relación con una de las mujeres más famosas del país, no entiende por qué su nombre ha trascendido a la esfera pública.
El pobre Fran quería vivir su amor en secreto, pero algún paparazzi espabilado lo pilló dándose el lote con Paz Padilla en mitad de un lago y no dudó en disparar su cámara. En aquel momento, a Fran se le acabó la tranquilidad. Tan y como publica Informalia, el chorbo de la humorista tiene "pánico" y así lo ha comunicado en un escrito que él mismo ha enviado a la redacción de varios medios de comunicación.
Al agua empantanada no tiene ningún miedo. A los besos furtivos o las carantoñas al aire libre tampoco, pero a la prensa sí. Y evidentemente, Fran sabe cómo va esto. Él también es fotógrafo y conoce de primera mano lo que significa ser famoso. La realidad es que mantiene una relación con Padilla desde hace aproximadamente un año, se ha dejado ver en varios actos públicos e incluso la acompañó en las pasadas Campanadas, en Vejer de la Frontera.
Medina y Paz son inseparables, pero él estaba convencido, o al menos tenía la esperanza, de que su romance no saliera a la luz. Aunque, siendo realistas, lo cierto es que enrollarse en mitad de un lago a la vista de todos no es una estrategia demasiado inteligente para evitar una foto.
En cualquier caso, lo único cierto es que Fran no quiere ser público ni que su cara aparezca en televisión. El muchacho quiere paz, tranquilidad y vivir su amor en silencio. O lo que es lo mismo, el tío quiere hacerse un Ortega Cano en toda regla y silenciar a los medios. De él no se habla, su cara no se muestra y su intimidad debe respetarse. Aunque, como dirían Los Chichos, "son ilusiones".