El culebrón chileno-jerezano entre Oriana Marzoli e Iván González continúa, incluso con nuevos personajes, como toda buena segunda temporada que se preste. Ayer aparecieron la ex (Ruth), esa que sufrió tanto en manos de un Iván niñato, y Steisy, la villana vecina cotilla que opina de todo, pero de nada sabe. Éramos pocos y parió Jesús Vázquez, porque también se ha metido el nuevo tronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa', Álex.
Ruth e Iván han recordado su idílico paso por 'MyHyV' con una complicidad más evidente que el hecho de que Kim Kardashian tiene que pagar dos asientos para su tremendo culo en el cine. Un idilio al margen de la ley, con una relación prohibida por las normas del programa (ya que ambos también fueron tronistas al mismo tiempo) y, que hoy han confesado, que se veían en el hotel mientras que sus pretendientes eran sus marionetas para ponerse celosos entre ellos.
Oriana le ha recriminado a Ruth que hubiera hablado mal de ellos, que pintara a Iván como un chico modelo y, sin embargo, hubiera dicho que no la quería a ella como novia. Ruth Basauri, con todo el cariño del mundo (algo inédito en este tipo de jaurías televisivas), se ha reiterado y le ha dicho que solo ve interés en la relación por parte de la barbie chonija, la que va al Bershka del barrio de Salamanca (Oriana).
"¿Sabes lo que veo de verdad, Oriana? Que tú estás enganchada, pero él no. Y suena fuerte decírtelo y a lo mejor te duele, pero es que lo veo así. No te lo estoy diciendo para hacerte daño", le ha dicho Ruth con toda su delicadeza y con una voz aterciopelada que ni Pablo Aborán en un cover.
Esto ha hecho que la Marzoli estalle en lágrimas reconociendo que le ha hecho añicos el corazón ver como una persona, totalmente ajena a ella, le haya puesto su corazón en la mano y le haya confirmado lo que le venía diciendo todo el mundo: que es ella quien quiere a Iván González sin que sea recíproco. Algo muy duro para ella, sobre todo porque se ve hecha un Cristo cuando llora haciendo que se le gaste la batería del móvil enseguida de tanto mirarse en la cámara interna.
De este modo, Oriana ha decidido pedirle perdón a Iván. Pero claro, a su manera de diva: "me he podido equivocar en excederme y hablar más de la cuenta. No debería haberlo hecho público (...) Digo disculpas de corazón porque la cagué en ese sentido y, sobre todo, por no ser contundente a la hora de decir que no era cierto lo de si le podían gustar los tíos o no", ha empezado muy bien la mujer de la cadencia vocal de un cepillo de dientes electrónico quedándose sin carga.
Pero claro, no podemos hablar de un discurso de Oriana Marzoli sin su consecuente cagada, qué menos de esta pobre chica que suele ser un cementerio de buenas intenciones: "pero permíteme que me meta tus palabras (de que quieres volver conmigo) en el bolsillo porque no tienen ningún valor", le ha dicho sin ninguna esperanza y completamente rota. Tal y como decía el gran Edd Stark ('Juego de Tronos'), "todo lo que se dice antes de un 'pero' no tiene ningún valor". Así que el perdón de Oriana... Juzguen vosotros mismos.
Iván se ha mostrado muy claro, asegurando que su corazón le dice una cosa, pero su cabeza otra después de todo el daño que le ha hecho poniendo en duda su actividad y condición sexual. "Quiero volver con ella, pero creo que son quince pasos hacia atrás porque se que no voy a estar bien con ella (...) Es una persona que tiene muchísimos problemas y tiene que decidir ella misma que quiere cambiar. Pero no te creo, se que no vas a cambiar", ha verbalizado también con la voz entrecortada.
El Jack Sparrow gaditano (que al final no hacía lucha de espadas con Nacho Montes) ha dicho que sí le gusta cómo es Oriana, pero no cómo se comporta cuando se encienden los focos: "no me gusta que venga a trabajar con mi novia y, cuando se enciendan las cámaras, este Chucky el muñeco diabólico diciendo que soy asexual, que puedo ser homosexual, que 'qué mal la he tratado', que no soy fogoso en la cama, cuando en 'La Casa Fuerte' decía todo lo contrario".
Tranquilos, tranquilas, que la supuesta llamada de Tom nunca se produjo.
Todo se quedaría en un tierno y precioso amor imposible si no fuera por los mete-mierdas (metemierdés, en francés) que hacen de los Pacos Maruenda y los Eduardos Inda (tertulianos) del amor. Steisy y Samira han defendido que la inestabilidad de Oriana es la culpable de todo, sin embargo, Alejandro (tronista) ha querido apoyarla, algo que ha cabreado muchísimo a Iván.
Alejandro, el líder del movimiento 'Tronistas: nuevas generaciones'
De hecho, todo parecía que iba encaminándose hacia buen puerto: un perdón de Oriana, un ejercicio de sinceridad de Iván... Hasta que este chico con el tupé del muñeco del 'Seven Up' ha metido la baza, asegurando que apoya a su amiga Marzoli, pero que no entiende que luche tanto por Iván cuando este no le gusta demasiado. Y ya os imaginaréis, más follón.
