Todos creíamos que Rafa Mora y Kiko Rivera eran unos fuckings amigos de la hostia, los dos únicos miembros de una relación real, de una amistad sin fisuras, de un 'tú eres mi bro y yo soy tu pisha' de categoría, de los de compartir litrona en los botellones... Pero eso era antes de que Anabel Pantoja lo cuestionara como confidente de su primo en 'Sálvame'.
Se lió una bronca monumental, tanto que a Paz Padilla le entraron ganas de mediar dándoles en la cabeza con su libro o castigándolos mirando a la pared leyendo 'El Humor de Mi Vida', una tarea nada fácil para dos pupilos que lo único que leen es Twitter...
Ahora, el fruti-programa diario de Telecinco (que le hizo un ERTE al tomate) ha sometido a democracia (como no podía ser de otra manera en un programa de "rojos y maricones") la resolución del conflicto convocando elecciones en la web: o se va Rafa Mora, o se va Anabel Pantoja o se evita que coincidan en plató para siempre (algo con lo que llevaba soñando Pedro Piqueras desde que pusieron las dos emisiones seguidas: no coincidir en la vida).
Rafa Mora es el que más palos se ha llevado por parte de sus compis de pupitre y por la profe Carlota Corredera, que ha llegado a cortarle el micrófono en varias ocasiones, por haber utilizado la dificultad de movilidad de Bernardo, el panto-papi de Anabel, para meterse con ella, llegando hasta el extremo de ridiculizar la discapacidad simulando una cojera como si hubiera aparcado en un parking de los reservados por su cara bonita.
Los compañeros a favor de la pantosensuality de Anabel
Uno de los más haters de Rafa Mora ha sido el chivatillo de clase Miguel Frigenti, uno de los pocos con el que el viceverso podría compartir batidos de aminoácidos y pitillos bodypainting del plató de 'Sálvame' (bueno, y con JorgeJa que cada día está más tocho).
"Rafa Mora me hizo un gesto muy feo este verano cuando estaba presentando Nuria Marín y se vio en cámara. Él es muy de hacer eso pensando que la cámara no lo ve. Me parece muy sucio que usara lo de la cojera de su padre", revelaba Frigenti aireando heridas del pasado que no cicatrizaron demasiado bien.
Es más, el periodista ha asegurado que ha votado en la web para que Rafa Mora se lleve parte y expulsión, para que no vuelva a quitarle el turno de palabra por un pobre 'buaajjajaj me río en tu cara' o para que el extronista cometa alguna faltada sin acritud: "Me voy a llevar muchas críticas, he votado por impulso , si dijera que quiero que se queden los dos y que no coincidan quedaría como un falso", confesaba.
Carlota Corredera es otra de las compañeras que, de una forma más sutil que el anterior (tampoco era muy complicado), se ha pronunciado a favor de Anabel, pidiéndole a Rafa que "no tomara por tontos" al programa y levantando el dedito (siempre acompañado por un sonidito de boca) cual madre cuando Mora se le ha puesto chulito:
"Lo que necesito es que me escuches y que no me retes, no pongo palabras en tu boca, es que todo el mundo ha visto cómo ocurrió", le decía la presentadora mientras que el tete de Valencia intentaba subírsele al reservado sin haber pagado ni siquiera consumición (jerga discotequera, para que Rafa lo entienda si lo lee).
Belén Esteban también ha defendido con uñas y dientes a su "gordi", rebatiéndole a Kiko Matamoros los argumentos llenos de virilidad mal entendida, machirulismo y pantosensualidadfobia con los que intentaba afear el comportamiento de Anabel Pantoja. Hombre, es que sin AntonioDá y ahora sin Rafa, se le acabaron los secuaces a Killmoors...
Según hemos leído (y con darte un paseíto corto por Twitter ya vale), Rafa Mora podría ir haciendo las maletas para coger el tren con destino al destierro, al plató de los exiliados de 'Sálvame': 'Viva la vida'.
Pero bueno, seguro que no sería tan traumático para Rafa porque eso supondría rememorar viejos tiempos: volver a trabajar junto a su querida Emma García (podrían llorar juntos por la muerte de 'MyHyV') y currar de nuevo los findes de semana, como cuando llenaba las discotecas para subirse donde el Dj y hacerse fotos con los tajados y tajadas sin camiseta.