Quién se lo iba a decir a Marta Riesco. Tras sufrir un duro batacazo profesional y la mayor de sus decepciones amorosas, la que fuera reportera para Ana Rosa Quintana trabaja ahora fuera de España. Vive en Madrid, sí, pero su labor está dirigida a sus fans argentinos. Al parecer, al otro lado del charco son muchos los que se interesan por las aventuras y desventuras de Marta.
Lejos de participar en algún 'reality' o cobrar pastizales a través de las revistas, Marta tiene claro que quiere vivir del periodismo. Siempre lo dijo y, hasta el momento, ha cumplido su palabra. Aunque ha conseguido hacerse un hueco en Instagram y facturar a cambio de publicidad, ella se niega a convertirse en un personaje telecinquero.
No dará exclusivas por mucho dinero que le ofrezcan. Sería lícito que lo hiciera, pero jamás querría convertirse en aquello que tanto ha criticado. No quiere ser una Olga Moreno. No quiere vender sus penas ni sus desamores, y tampoco está dispuesta a poner a caldo al hombre al que amó a cambio de una buena pasta.
Tras varios meses rechazando portadas, Marta ha encontrado un curro que le convence: "Voy a ser columnista a lo Carrie Bradshaw en un medio de comunicación argentino que se llama Ibero Show. Es uno de los medios de comunicación más leídos en Argentina", relata en Instagram.
"Desde hace algún tiempo, cuando me levanto, me dedico a poner Marta Riesco 'Últimas 24 horas'. Resulta que siempre veía que este medio de comunicación sacaba artículos sobre mí. Un día la cúpula de este medio se pone en contacto conmigo porque querían proponerme algo", cuenta la ex de AntonioDá emocionada con al noticia.
Tras mantener una reunión, dicho medio y Marta llegaron a un acuerdo: "Estoy muy contenta, mi primera columna saldrá el domingo y es una columna bastante íntima, dónde hablo de bastantes cosas. Me he centrado en el maravilloso viaje que he hecho a Tenerife donde me ha dado tiempo para pensar en muchas cosas..."
Para rematar, envía un mensaje a quiene un día aseguraron que jamás volvería a ejercer su profesion: "Me han dicho que no volvería a trabajar como periodista y que no volveré a ser absolutamente nada. Me han dicho que soy la vergüenza y la basura más grande del periodismo. Para todos aquellos: que os den pero bien".
Fotos: Instagram / Gtres