La pasada noche, Marisol irrumpió por las puertas del restaurante romanticón de 'First Dates' y no precisamente a la caza de un churri, porque ya lo tenía en casa. Sí, lo que lees. La invitada estaba "felizmente casada" y buscaba experimentar nuevas emociones junto a su maridín, quien no era gay pero "estaban haciendo una prueba".
Eso sí, no con cualquiera. El prototipo tanto de la señora como de su señor esposo estaba más que definido: "Un macho ibérico tipo Santiago Abascal", aclaró, demostrando su afán por los machirulos con camisas de cuadros y barbas pobladas.
Con el lema "Santiago Abascal es un macho alfa" por bandera (de España, of course), Marisol se encontró con Javier, un madurito interesante de barba canosa y con preferencia tanto por hombres como por mujeres. Aunque el último flipó en colores con el matrimonio abierto de su cita, compartió su morbo por el líder de 'VOX'.
Pese a que la cena fluyó a las mil maravillas, ambos concursantes rehusaron a pirarse juntitos y revueltos. ¿El motivo? Ella "buscaba algo más tipo Abascal", por si no te había quedado claro todavía. Y él ya había experimentado los jueguecitos poliamorosos que ahora busca Marisol, por lo que consideró que se encontraban en "niveles algo diferentes".
Marisol lleva 24 años casada y ha decidido abrir su matrimonio para ver qué sucede #FirstDates27S https://t.co/cV3MJryued
— First Dates (@firstdates_tv) September 28, 2022