La tarde se preveía movidita en el programa de las frutas. Desde primera hora de cotorreo, 'Sálvame' anunció que uno de los colaboradores allí presentes había sido traicionado por un familiar cercano, y como era de esperar, fue Gustavo quien se llevó el regalito de la tarde.
Sin ningún pudor, María Lapiedra habló con un redactor de 'Sálvame' y rajó sin medida sobre la situación familiar de su marido. Y la verdad, conociendo el perfil de esta señorita, no es de extrañar que haya sido capaz de vender al padre de la hija que tienen en común, Mía.
"A él le gustaría juntar a sus cinco hijos, pero de momento no ha sido posible", comenzaba diciendo María. "En su día la cagó él. Se tenía que haber separado antes y así sus hijos no hubieran sufrido. Yo me intento mantener al margen por que es una cosa suya y si intento tender puentes la puedo cagar. Que lo arregle él".
Pero la muchacha no se quedó ahí y decidió ser un pelín más brusca, si cabe. "Le ponía los cuernos a la mujer desde que se conocieron, ¿qué tenía yo, 10 años?" Y remata con este sutil comentario sobre la ex de su churri: "Estará muy feliz, porque la vida que tenía antes no se la deseo a nadie. Con poco que tenga ya será más feliz la pobre".
Mientras tanto, Gustavo flipaba en colores y al final conseguía articular palabra: "Esta noche lo hablaremos, porque tampoco ha dicho nada que me haya dolido, aunque sí es verdad que prefiero que no hable de mi exmujer y mucho menos con esa insensibilidad". Anda, Gustavo, haz el favor de dejarle las cosas claras a la 'bocachancla' de tu churri, por tu bien.
