Finalmente, lo hará. Estaba emperrada en no aparecer en las revistas, dio la tabarra máxima con aquello de ser anónima y hasta sentenció en alguna ocasión ante la prensa. Carolina Molas insistió en que deseaba vivir su vida lejos de las cámaras y se negó en rotundo a posar junto a los novios en su exclusiva de boda, pero algo ha cambiado. Ahora, la madre del novio está convencida: se pintará el morro y sonreirá ante las cámaras.
Parecía plenamente convencida de su negativa. Tenía clarinete que su cara no aparecería en la revista del saludo, pero la insistencia de Tamara e Íñigo hadado su fruto. Al parecer, Molas ha entendido que su presencia es necesaria para un reportaje completo. Si quiere que los novios cobren el 100% de la exclusiva, no le queda más opción que posar.
Y no, Molas no es un personaje principal, pero es la madre del novio y debe ser mostrada. Así parecen creerlo en Hola y así lo cree Tamara, que intentó convencerla en varias ocasiones hasta conseguirlo. Y para colmo, la pobre mujer no se llevará un duro. No quiere saber nada de dinero. Hará el esfuerzo por su hijo y su nuera, pero ya. No desea ni un solo euro, tal y como publica Informalia.
Carolina Molas e Iñigo Onieva - Gtres
La boda tendrá lugar el próximo 18 de julio en el El Palacio de El Rincón, propiedad de la marquesa y su hermano Manolo. Allí se instalarán una especie de carpas donde transcurrirá la celebración. El edificio, al parecer, se encuentra en muy mal estado y apenas puede utilizarse.
Fotos: Gtres