La casa de la Preysler no es el único lugar donde reina el drama. Mientras Tamara llora por las esquinas de Villa Meona, en el hogar familiar de los Onieva-Molas también las están pasando canutas. Carolina, la madre de Íñigo, se ha pronunciado ante los medios acerca de la infidelidad de su hijo.
Menudo papelón tiene la pobre Carolina. Hasta hace un par de días creía que su retoño viviría una vida de ensueño junto a la marquesa, pero todo ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos. La confianza que Molas había depositado en su pequeño del alma se ha esfumado, y como cualquier madre en su situación, se encuentra desolada.
Esta tarde, 'Sálvame' captaba a la madre de Onieva saliendo de su domicilio. Cabizbaja y visiblemente triste, Carolina emitía las palabras que jamás hubiera imaginado pronunciar: "Estamos todos muy tristes. Él está mal, todos estamos mal", aseguraba.
Hasta hace unos días, la mujer que engendró al que fuera churri de Tamara se mostraba pletórica con la noticia del 'engagement'. Estaba encantada de tener a la Marquesa de Griñón como nuera y así lo comentaba ante la prensa: "Es maravillosa. Es mejor de lo que parece en televisión. Estamos encantados de tenerla en la familia".