Lester Duque y Patri Pérez Iglesias han decidido dar el paso definitivo. Se conocieron en 'La Isla de las Tentaciones' y desde entonces ambos tiene clarinete que pasarán una vida juntos. Nadie los tomó enserio, pero su relación va viento en popa y a toda vela. Eso sí, aunque la noticia es muy bonita, el modo en que Lester le pidió matrimonio no pudo ser más bochornoso. ¿No te lo crees? Yo te lo cuento.
El ex de Marta Peñate tuvo la gran idea de llevarse a su chica de vacaciones para, cuando menos lo esperase, incar rodilla y dejarla perpleja. El plan no era malo, pero el destino tiene telita: Andorra. Que no tengo yo nada en contra de este bellísimo país, pero chiquillo, ni que fueras un 'youtuber' con varios millones en el banco.
En fin. El caso es que se desplazaron hasta allí, pasearon por la ciudad en busca de alguna fotito perfecta para Instagram y, de golpe y porrazo, Lester se arrodilló en la nieve y sacó un predrusco de su bolsillo. A todo esto, había alguien grabando el momento a menos de un metro de distancia de la pareja (es decir, aquí huele a mentira máxima).
Y aquí llega el colmo de los colmos. El churri de Patri sacó la caja del bolsillo de su abrigo, la abrió e inmediatamente mostró la firma ante la cámara. Sí señor, se trata de una colaboración publicitaria. Lester Duque, sin ningún pudor, ha vendido su pedida de mano a cambio de un anillo gratuito. Y el pedrusco es bastante feote, pa' que nos vamos a engañar.
Pero la cosa no queda aquí. Al entrar en el perfil de Instagram de Patri, se puede observar como es ella misma quien cuelga unas cuentas fotos, anillo en mano, agradeciendo a la marca en cuestión haber formado parte de aquel momento tan especial. Esto es de traca. La propia novia publicitando el anillo de pedida que le ha "regalado" su futuro marido.
Por no hablar del 'look' que llevaban ambos en el momento en que Lester sacó la joya. En mitad de la nieve, él portaba un abriguito fino en color negro y ella, atención, un vestidito con lentejuelas con el que podrías sufrir una hipotermia en cuestión de segundos. Un paripé de lo más ridículo. Aunque es pa' mearse de la risa, la verdad.