Cómo se vería Leighton Meester para terminar demandando a su madre. A priori es fácil pensar mal de ella y llevarnos las manos a la cabeza, pero cuando te enteras de por qué lo ha hecho, lo que te extraña es que no le haya metido un puro antes. Porque anda que no hay que ser choriza para hacer lo que ha hecho la señora Meester con los ahorros que, todos los meses, su hija le mandaba religiosamente.
Leighton enviaba dinero a casa, la friolera de 7,500 dólares al mes, para cuidar a su hermano Lex, que lleva tiempo enfermo y con necesidades médicas. Allí ya sabéis que hay que pagar por la sanidad, así que su hermana intentó hacerse cargo de los gastos. La cara que se le debió de quedar a la pobre Leighton cuando descubrió que su madre se gastaba el dinero en meterse bótox, recauchutarse en el quirófano y ponerse extensiones en el pelo.
Yo no sé si habría tenido la sangre fría de hablar con mi abogado y demandar a la señora en cuestión, o si directamente me habría tomado la justicia por mi mano. Pero Leighton conservó la serenidad y le metió un paquete de los de echarse a temblar. Después de varios meses de trámites, parece que el juez ha dictaminado que el dinero que Leighton mandaba a casa no era para los vicios de su madre, sino para el cuidado del hermano, y ha encontrado culpable a la madre.
Leighton no quiere que le devuelva el dinero, sino que se reconozca que los ingresos que ella mandaba eran para cuidar de su hermano, y no para que su madre se pasara el día rellenándose como un pavo de Navidad. Tiene narices el asunto, poproseros. ¡Qué mala sangre se me pone!
Vía | Gossip Center
Foto | Leighton Meester
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