Rocío Carrasco no es que fuera el emblema de la elegancia en España, de hecho, se le ve más del rollo de niña malota descocada que hace trenzas con las sábanas para escaparse de casa por la ventana y huir en moto con su novio repetidor, y así lo ha demostrado Rocío con este tattoo que completa su look de Monster High.
¡Esto es un despelote!, como diría Boris. La hija de la Jurado le ha dado la espalda, como de lo que le acusa su hija, a la cámara del programa Lazos de Sangre para mostrar el indescriptible garabato grabado en su espalda desnuda. ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Es un horror del nivel del peloteo que le hacen allá donde va.
Este tatuaje, al que he llamado ''ímpetu del viento'', por decir algo, es un nuevo rasgo distintivo de Rociíto, que se suma a su media cabeza rapada y a su chandichulismo, decisiones que parecen haber sido tomadas por su peor enemigo, o por uno de esos estilistas que trabajaban en 'Cámbiame'.
Ahora, ya es tarde para ser una Señora. A partir de ahora podemos hablar de Rocío Currusco, ya que le ocurre igual que a esa parte extrema del pan: o te gusta, o no la soportas.
Vía | TVE