La hija de Kiko Matamoros ha hecho aquello que tantas veces hemos visto hacer a su padre: se ha sometido a un nuevo retoque. Puede que sea cosa de familia, o simplemente una afición compartida entre famosetes con pasta, pero Laura ha pasado por boxes y, como no podía ser de otra manera, está divina de la muerte.
A sus 29 años, Laura se ha convertido en una de las 'influencers' más reconocidas a nivel nacional. No hay evento que se precie que no cuente con la Matamoros entre sus principales invitadas, y es que tras su etapa telecinquera, Laura supo reinventarse y petarlo en redes. Ahora está forrada, tiene un retoño al que adora y, como buena famosa máxima, no duda en pincharse lo necesario para estar siempre a punto.
Hace un mes se sometió al famoso 'microblading', o lo que es lo mismo, se tatuó las cejas para aumentar su volumen. Y sí, le quedaron preciosas, todo hay que decirlo. Esta vez, la hermana de Dieguiño ha decidido inyectarse ácido hialurónico en el rostro para marcar un pelín más sus facciones.
Al tratarse del algo rápido, un par de pinchazos, Laura no ha dudado en mostrar el resultado a través de Instagram. Es un cambio sutil, pero la muchacha está guapérrima hasta decir basta. Su hermana Anita, hace unos días, también pasó por boxes para retocar su cara. Se sometió a una marcación mandibular y ahora luce divina en cada uno de sus 'stories'.