Las peor vestidas en la alfombra roja de los Emmys: ¡Rupert, te necesitan!

Lo peor de los Emmys 2011 ha sido que las celebrities han estado, en general, bastante bien asesoradas, y salvo excepciones muy contadas, casi ninguna ha ido pegando una cantada de espanto, que es lo que nos gusta a los poproseros para poder afilar las uñas.

Aun así, hay algunas por ahí que podrían haberse apañado bastante mejor con los medios que tienen. Vamos, que si a mí me prestan un vestidaco de diseñador y tengo a un ejército de maquilladores y peluqueros a mi disposición, le robo a Ian Somerhalder a esa lagartona de cuerpo espectacular y ojos de almendra en un plis plas.

A ver, yo entiendo que para vivir de esto tienes que regular tus kilos a saco, pero luego pasa lo que pasa. Si no, que le pregunten a Heather Morris, de ‘Glee‘, que con ese escote la pobre parece una nadadora: nada por delante, nada por detrás. ¡Parece que lleva el escote en la espalda!

En el lado opuesto está mi particular diosa Christina Hendricks, a la que le tengo puesto hasta un altarcillo con velas y fotos suyas en casa. Esta vez el color del vestido que ha elegido, aun siendo una pasada de diseño, le queda como a un santo un par de pistolas. Y es que ese tono blanquecino para una piel tan pálida… A mayores de que le encanta ir reventona y a mí en estas ocasiones no me parece especialmente elgante.

Otra que parece que viene de la playa de echarse unas palas con los colegas y pasear al perro es Louise Roe, la presentadora de ‘Plain Jane‘, que tiene narices que se dedique a esto de la moda y se plante un vestido tan sosainas y un peinado que parece que ha venido en el coche asomando la cabeza por la ventanilla a 180 por hora.

Julianna Margulies tampoco tiene muy claro lo del color, que no le aporta absolutamente nada. Encima, el corpiño y los detalles de lo que parece ser cristal le hacen parecer una especie de adorno navideño fashion. Y para guinda, esa cintura tan alta le sienta como un tiro. Con lo guapísima que sale siempre en ‘The Good Wife‘...

Ahora bien. Nada de lo que habéis visto hasta ahora os ha preparado para ver el que es, con diferencia, el peor estilismo de la gala y uno de los peores que he visto sobre una alfombra roja. Paz Huerta, la actriz de ‘Boardwalk Empire‘, se calzó un vestido rosa empolvado que, dentro de lo malo, podría salvarse por sí mismo.

Pero combinado con ese pelo de “acabo de estar retozando en el granero“ y el maquillaje más desafortunado de la noche, no hay quien lo rescate. Ojito al morramen en nude, ¡si parecen unos labios de mentira! Por no hablar de que a la pobre casi no se le ven los ojos… Escalofriante.

Una vez visto esto, ya poco se les puede reprochar a las demás. Algunas, más que ir hechas un esperpento, iban en modo pan sin sal, como Heidi Klum, con vestido coliflor cortesía de un coleguilla.

Jayma Mais, de ‘Glee‘, iba hecha un repollo con volantes rosas, en un color apagado que no le favorecía nada y con unos bordados en el cuerpo a lo madrina de boda muy poco acertados.

Y por último, la sosísima Julia Stiles, que no tiene nada donde agarrar y encima el corte del vestido lo único que hacía era resaltar esa rectitud de curvas. Por no hablar de que el color tampoco le aporta nada.

Fotos | Emmys
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