Que Kiko Hernández está forrado no es ningún secreto, pero que estaría dispuesto a gastarse los dineros por amor es algo que jamás hubiéramos imaginado. Hace tan solo un par de años, nadie pensaba que el colaborador cambiaría tanto en tan poco tiempo: ahora sale a cenar, pasea por Marbella y se gasta la pela en disfrutar junto a Fran Antón, el hombre con el que pretende pasar el resto de sus días.
Se conocieron sobre las tablas, comenzaron una amistad y un día sus labios de juntaron. Aquel beso fue mágico. Kiko jamás había sentido algo igual. Tras varios años negado al amor, el tertuliano sintió de nuevo esas mariposas que creía muertas. Supo que aquello era pasión verdadera y su corazón dijo sí. Sí a una nueva vida, a un nuevo libro que ahora inicia su mejor capítulo: la boda melillense.
Kiko y Fran se unirán en matrimonio el 16 de septiembre en la ciudad autónoma de Melilla. Es el lugar que vio nacer al actor y el rincón del que Kikito está enamorado desde hace meses. Pero antes de abandonar la península, los tortolitos se están pegando unas vacaciones a todo trapo. Junto a las niñas, Abril y Jimena, disfrutan de los placeres de Marbella sin ningún miedo a mostrarlo en redes.
La paellas que se pimpló Kiko Hernández - Instagram
Paella de marisco y arroz negro con calamares. Ese ha sido el menú de los novios en su último día en Puerto Banús, la zona más lujosa de Marbella. Después de pegarse semejante homenaje, han paseado por el puerto como buenos enamorados. A juzgar por la instantánea publicada por el propio Kiko, cabe pensar que podrían haberse alquilado un barquito para celebrar su amor en alta mar.
Kiko Hernández - Instagram
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