Kiko Hernández parece estar viviendo una de sus mejores etapas. El colaborador, siempre celoso de su intimidad, se ha relajado y ya muestra con naturalidad varios aspectos de su vida privada. Aunque mantiene el anonimato de sus pequeñas, el ex gran hermano nos ha enseñado algo que jamás habíamos visto: sus músculos.
Sí señor, Hernández tiene músculos, y de los de verdad. No está tan 'mazao' como Rafa Mora ni desayuna seis huevos como hace su amigo Matamoros, pero sí mantiene su rutina de gimnasio y los resultados son evidentes. El colaborador tiene firmes las pantorrillas y luce unos brazos que ya nos gustaría a muchos. No es un Álex Gonzaléz, de acuerdo, pero hay que admitir que el tío se lo está currando.
Pero además de hacer deporte a diario, el amiguísimo de Marta López también adora tumbarse en la camilla y dejarse hacer. Y que nadie piense mal. Me refiero a los tratamientos estéticos a los que se someten la gran mayoría de nuestros famosetes. Kiko, como buen telecinquero, también se ha unido a la moda de los tratamientos a tutiplén.
A través de Instagram, Hernández nos ha mostrado una fotografía en la que aparece desnudo, tapado con una toalla y tumbado sobre la camilla de alguna clínica estética. Al parecer, el tertuliano se sometió a un tratamiento facial para eliminar cualquier arruguita tontorrona.
¡Ah! ¡Y lo mejor es su cambio de look! Ahora, Kiko luce una barbita de tres días al más puro estilo Felipe VI. Y sí, el rey es ligeramente más atractivo que el colaborador, pero nuestro Kiko tiene un no sé qué que quita el sentío.