Gazpacho veo, gazpacho quiero. Jesulín de Ubrique ha visto que Belén Esteban se ha convertido en 'la empresaria del pueblo' y ahora él ha querido hacer su propia fórmula para sacarla al mercado. Pero claro, como todos sabemos, el torero no tiene tanta mano en la cocina como la madre de su Andreíta y le han salido cantidades industriales de un mazacote en el obrador que ahora hay que encasquetar.
Menos mal que a su querida hermana, Carmen Janeiro (la espabilada de la familia), se le ha ocurrido vender este mejunje como cemento, material con el que están comercializando actualmente los hermanos según ha publicado la revista 'Semana'.
De este modo, los hermanitos S.L han patentado el producto tras haberlo probado con varias empresas de construcción y, según cuenta la revista, están pegando brincos de alegría por el nuevo negocio que se han sacado de debajo de las piedras (bueno, de los ladrillos). Carmen y Jesulín son oficialmente los promotores de una empresa de cemento. ¡Qué heavy! Van a ir plantando mini Ambiciones por toda España con sus materiales...
Carmencilla Janeiro está que lo peta últimamente. Tras haber vuelto a darse una decimonovena oportunidad con su churri millonario Luis Masaveu y continuar ganando dinerales en el mercado inmobiliario junto a otra socia, ahora la Jesulina se ha asociado con su brother para seguir ampliando su imperio, solo a la altura del oligopolio alimenticio que está creando la Esteban con sus sabores. Es más, todo apunta a que la hermana pequeña de Jesulín está a puntito de firmar la compra de un hotelito de Sevilla.
El cantante del hit 'Toa, toa, te nececito toa, como antes' y dueño de Currupipi, en cambio, no ha sido tan exitoso en los negocios como su hermana. Jesulín tiene la gran oportunidad, con su nuevo negocio de cementos, de recuperar los agujeros de las sociedades familiares (ganadería, inmobiliaria y gasolineras), que est´an toas toítas toas en proceso de liquidación, investigadas, con pérdidas o inactivas tras el fallecimiento de su padre Humberto Janeiro.