Porque sí, porque ella lo vale y le apetece colaborar con el medio ambiente. Así que Jennifer Aniston ha decidido que le faltaba algo en esta vida, y como una cosa era tener un hijo y ya parece ser que ha encontrado a un futuro candidato para ello, la otra era volver un poco ecológica su casa y ahí que ha ido a hacerlo. Ha destinado nada más y nada menos que 15 millones de dólares (11 millones de euros) de su fortuna a remodelar su mansión de Beverly Hills, para conseguir que su casa esté más acorde y armónica con el medio ambiente.
¿Y en que se ha gastado semejante millonada? Pues le ha puesto a la casa paneles solares que le proporcionen energía natural, así como un techo de metal reflectante que permite su mejor conservación. Pero la cosa no ha llegado solo ahí, no. Que la chica, ya que se ha puesto ha dicho: leches, termino con la casa y voy a por el resto. Y efectivamente ha convertido todo lo que le rodea en un mundo más tuttifruti.
Ha decidido cambiar su coche, un Range Rover, por uno mucho más ecológico, un Toyota Prius, que dosifica mejor el combustible y, además, por la mitad de precio. Tambien ha instalado una piscina en su casa para de esta forma ahorrar mucho más en agua y poder aprovechar la que la madre tierra le proporciona a través de las lluvias. Y si a eso le sumamos que se ha informado de todas las posibles asociaciones ecologistas de la zona, tenemos a una Jennifer Aniston que como se le escape un poco más de las manos la veo cocinando en el jardín con una hoguera y bañándose en el río para ahorrar. Y hablando de duchas:
“Me ducho en tres minutos. Incluso me lavo los dientes mientras que me ducho”
Y yo me planteo una cosa: si hay que gastarse 15 millones de dólares (es que son 11 millones de euros, amigos) en ayudar al planeta, uno, ahora comprendo porque a la gente le cuesta ser ecológica y ayudar al planeta, y dos, todo ese dinero espero que se invierta en la fabricación de más elementos que ayuden al medio ambiente y así abaratar los precios, porque como vayan destinados a las empresas petrolíferas encargadas de conseguir los materiales necesarios para las placas o el plástico de la piscina, estamos en las mismas, una por otra, con la diferencia de que la Aniston dormirá tranquila pensando que ayuda al medio ambiente. Al Gore estaría muy orgulloso de ti, Jennifer. (que conste que me parece una acción digna de admirar la suya).
Vía | 20 minutos
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