Isabel es una diva y hasta en los andares lo demuestra. Ella no pisa el suelo del mismo modo que el resto de mortales. Ella se desliza, se contonea y mueve las caderas al son de las coplillas que tantas veces cantó. Le gusta sentirse importante, única e imprescindible. Siempre tuvo espíritu de estrella y, siendo honestos, siempre brilla con luz propia cuando está en el escenario.
La Pantoja es mucha Pantoja y no solo se refleja en su caché. El catering también debe ajustarse a las exigencias de la tonadillera. Si Isabel pide cerveza, cervezas habrá. Si Isabel quiere jengibre natural, habrá que buscarlo hasta dar con él. Y así lo hicieron el pasado fin de semana en Canarias, donde Maribel emocionó a más de 6.000 fans que tararearon al unísono aquello de "Soy honesta con él y contigo..."
Isabel triunfó y así lo manifestó su sobrina, Anabel Pantoja, a través de sus redes. El éxito fue rotundo. Los canarios abrazaron a la artista tanto o más que la última vez que pisó aquellas islas. Allí todos trataron a Isabel como lo que es, una diosa de la canción española, y precisamente por eso, le permitieron llegar hasta el lugar en avión privado.
Isabel Pantoja - Gtres
Sí, en avión privado. La Panto pasa de barcos y de aviones comerciales. Ella pidió su jet y solicitó que estuviera lleno de todos aquellos alimentos que considera imprescindibles antes de actuar: cervezas, mucho hielo, jengibre natural, leche, café y zumo de naranja. También pidió jamón de bellota, lomo, queso y fruta fresca cortada. En cuanto al equipaje, viajó con nueve maletas que guardaban sus 12 batas de cola, tal y como publica Informalia.
Fotos: Gtres