Boris Izaguirre ya no es bienvenido en casa de la Preysler. Atrás quedaron las tardes de champán y bombones Ferrero Rocher en los jardines de la mansión. Se acabó el té de las 5, las cenas de lujo y las tardes de piscina y cotilleo. Entre Boris y Tamara no queda ni un solo resto de su amistad, y la reina de corazones forma parte del conflicto.
La disputa comenzó cuando el escritor dijo ante los medios que Tamara se había equivocado en el discurso que pronunció en México. La Falcó acudió a un congreso ultrareligioso al otro lado del charco, fue tachada de homófoba al malinterpretarse sus palabras y Boris no sacó la cara por ella.
Se dejó llevar por la presión mediática y regañó a su amiga públicamente. Lejos de pensar que las palabras de su amiga se habían sacado de contexto, Izaguirre lanzó un mensaje confuso que propicio el tremendo cabreo de Tamara. Más tarde se disculpó con ella, pero la marquesa ya había dictado sentencia.
Boris Izaguirre y Tamara Falcó - Gtres
Tal y como ha revelado Kiko Matamoros en 'Sálvame', las puertas de Villameona están cerradas a cal y canto para Boris. No hay lugar para ruegos ni súplicas. Boris ha quedado desterrado por orden de Tamara, y la Preysler apoya la postura de su retoña.