¡Esto sí que es fuerte! Si hay algo que odie la Pantoja es deshacerse de todo lo que es suyo (y de nadie más), pero su situación económica no le deja alternativa. A la cantante le gusta tener, acumular, sentirse poderosa...pero se acabó la tontería. Doña Maribel ha puesto en venta todas sus propiedades para salir pitando hacia Miami en cuanto las venda.
La hermana de Agustín solo quiere hacer 'money' para pirarse del país, y ya está negociando una entrevista al otro lado del charco, según informa la revista Diez Minutos. Si eres millonario y te apetece comprarte una chocita nueva, atento, esto te interesa. ¿Quién no querría hacerse con una de las propiedades de Isabel?
Cantora, la herencia envenenada
El lugar donde más horas ha pasado Isabel, ese rincón que Paquirri habría comprado para Kiko pero del que Maribel no quiere largarse. Cantora, la finca más televisiva del planeta, está a la venta por nada más y nada menos que 4.4 millones de euros. Un precio más que razonable para una propiedad que esconde tantísimas historias.
La finca tiene una extensión de 370 hectáreas, y la vivienda es grande de cojones. Desde luego, no es mal lugar para confinarse con un grupito de amigos en el caso de que otra pandemia azote el país.
El casoplón de El Rocío
Isabelita compró este refugio en 2001 por poco más de 90.000 euros. Tiene 400 metros cuadrados, 10 habitaciones y se trata de una vivienda que durante años disfrutó toda la 'family'. En un pasado, la tonadillera ya pensó en vender semejante casoplón, pero su afán por no deshacerse de todo lo que tiene evitó que la venta se hiciera efectiva.
El lujoso ático de Fuengirola
Este pisito sí que es bueno. Dos áticos unidos en uno. Cuatro habitaciones, cuatro cuartos de baño, terraza, salón y cocina gigante. ¿Cuánto cuesta? Pues por ser tú, un milloncito. Ya sabes, si tienes un millón de euros en el banco y quieres ayudar a la Panto a salir del país, puedes comprar este lujoso ático y disfrutar de las mejores vistas.
Isabel está sin curro hasta el 7 de agosto, fecha en la que comenzará su gira. Ahora, la tonadillera solo piensa en librarse de todas sus propiedades para pirarse a recorrer las Américas, su tierra querida. ¡No te nos vas a escapar, Isabelita!