Isabel Pantoja lo está petando por las Américas. Aunque su relación con Isa P y Kiko Rivera es nula, y su estado de ánimo no es el que seguramente desearía, lo cierto es que la artista se transforma en el escenario. Isabel es una bestia sobre las tablas, y a sus 65 palos, es capaz de hacer tres horas de concierto y no desafinar una sola nota. La hemos visto radiante, divertida y acompañada por los que podrían ser sus únicos amigos en este momento de su vida.
Aunque siempre estuvo rodeada de cientos de famosetes, la realidad es que Isabel no tiene muchos amigos. Algunos la traicionaron y a otros los mandó ella misma a tomar viento. Chelo García Cortés, Luis Rollán, José Manuel Parada o Raquel Bollo eran íntimos de la cantante, pero con el paso del tiempo dejaron de serlo. Ahora, Maribel está arropada por cuatro personas, y a tres de ellas les paga por ello.
Agustín no se separa de ella ni un solo segundo. Desde hace años, el tito de Kiko, Chabelita y Anabel es el único apoyo fiel de la cantante. Él gestiona sus entrevistas, sus conciertos y hasta los 'looks' que lucirá en el escenario. Agustín es el perro guardián de su hermana, y aunque jamás ladra públicamente, no le tiembla el pulso a la hora de recurrir a los tribunales.
'Agus' está en número 1 en el ranking de inseparables de Maribel. El segundo puesto se disputa entre dos rostros prácticamente desconocidos para el gran público: Alberto Dugarte y Antonio Abad, los encargados de que el rostro de Isabel brille cada noche en el escenario. Ellos se encargan del pelo y el maquillaje de la cantante, y ahora, se encuentran junto a ella al otro lado del charco.
Otra de las personas que jamás se separa de de Isabel es la mítica Celeste, presidenta del club de fans y fiel consejera de la Pantoja. Desde tiempos inmemoriales, Celeste trabaja junto a los Pantoja en lo que sea necesario. Lo mismo le da pitar una cuadra de Cantora que cortarle las uñas de los pies a la artista. Ella está dispuesta a todo con tal de estar junto a su musa, y durante la gira, hace la labor de sastre.
Una tal Ángeles Moreno, fan incondicional de Isabel y miembro del Panto-club de fans, también se encuentra junto a ella en estos momentos. Es la encargada de manejar el teleprónter donde Isabel lee las letras de sus canciones durante los conciertos. Si Ángeles se hace un lío con el repertorio, el show de Isabel se va al garete.