Isabel Pantoja es una mujer renovada. Ha pasado de vivir recluída en Cantora a viajar por Estados Unidos en jet privado. Así, de sopetón. Si hace cuatro días estaba fumándose un cigarrillo en el sofá de su finca, ahora la tonadillera pasea por las calles de Nueva York rodeada de su séquito personal, cuya labor es llevarla entre algodones durante la gira.
Quién nos lo iba a decir. Isabel, esa mujer que pasaba los días sin pena ni gloria en la penumbra de su hogar, ha florecido como una petunia en primavera. Ahora sonríe, visita restaurantes, pasea sin miedo por las calles latinoamericanas y, por supuesto, se entrega al máximo cada vez que pisa el escenario.
Anabel, también conocida como 'la sobrinísima', está junto a ella al otro lado del charco. Es la encargada de cuidar sus redes sociales, y gracias a su majestuosa labor de 'influencer' máxima, hemos descubierto a una Isabel feliz, tan diva como antaño y visiblemente orgullosa del jet privado que le ha cedido su productora durante estos días.
Para hacer más placentera la estancia de Isabel, sus contratantes han puesto a su disposición un avión privado para ella y su equipo. A través de Instagram, hemos visto a la cantante posar en las escalerillas del pajaro mecánico como un auténtica reguetonera. Anabel, móvil en mano, fue la encargada de filmar a su tita.
Además, en el 'reels' que ha compartido la tonadillera en su perfil, puede verse a Anabel arrasando con las exitencias del jet. Viajar siempre da hambre, y si no que se lo pregunten la novieta de Julen, que se puso tibia durante el vuelo sin ningún remordimiento. ¡Já!