Isabel y las deudas. El eterno dilema que rodea a la tonadillera. Aunque ganó millonadas durante su época de oro, Pantoja se caracteriza única y exclusivamente por gestionar mu' malamente sus ingresos. Nadie sabe dónde está el parné que se embolsó. Nadie sabe cómo o por qué lo perdió, pero hay una cosa clara: sus problemas con Hacienda no cesan.
Tiene una voz prodigiosa y mueve la bata de cola como ninguna. Es una artista imponente, brilla cada vez que pisa un escenario y emociona siempre a quienes la admiran desde la butaca. No hay discusión, Isabel es puro espectáculo, pero tiene el bolsillo roto. Su relación con el dinero es tóxica y casi inentendible para la mayoría.
El caché de Isabel está embargado casi al completo. De su último concierto, que tuvo lugar en Sevilla el pasado 23 de septiembre, apenas verá unos cuantos euros. "Le dejan lo mínimo que consideran para subsistir", confirma Antonio Rossi, periodista habitual de Telecinco.
"Pantoja tiene inmovilizadas sus cuentas y ya no hay vuelta atrás: o se desprende de su patrimonio como sea para solventar las numerosas deudas o todo lo que genera se lo lleva Hacienda", asegura.
"Lo normal sería que pusiera en orden todo, que vendiera por el precio que sea. Sé que tuvo una oferta antes del verano para vender Cantora por 4 millones y medio, y volvió a rechazarla puesto que sabe en este momento que el dinero que a ella le queda es para pagar, es decir, que se quedaría sin nada porque la mitad va para su hijo. Ahora tiene Cantora, el piso de Sevilla, el local de Sevilla, Fuengirola, que sé que están intentando venderlo y la casa de la aldea del Rocío. O hace eso o se le acabaron todas las posibilidades que tiene", cuenta el mencionado periodista.
Es decir, Pantoja no tiene más opción que vender propiedades. Si no lo hace, no podrá saldar las deuda de 500.000 euros que le persigue. "Llegó a un acuerdo con Hacienda, a unos pagos que eran factibles para ella de acuerdo a lo que ella podía facturar, es decir, que se la han puesto todas las facilidades del mundo", sentenciaba Rossi.
Fotos: Gtres