Con tan solo 24 añitos, la hija de Paz Padilla lo está petando en el mundo de los negocios. Mientras tú esperas un golpe de suerte a través de Infojobs, Anna Ferrer se lo ha montado de rechupete para no depender de los ingresos de sus progenitores. La muchacha es economista, curra como 'influencer' a través de Instagram y, según ha dicho su propia madre, tiene tres empresas.
Ostras, para que luego digan que los jóvenes de hoy en día son más vagos que la chaqueta de un guardia. Nanai de la china, el único problema es que Anna Ferrer curra tanto que, si nos ponemos a comparar, parece que el resto de mortales nos tocamos cataplines todo el día. Más allá de la broma, la verdad es que la hija de Paz Padilla es una tía responsable y con cabeza.
Hace algo menos de un mes, la joven reveló a través de Instagram que comienza una nueva etapa lejos del hogar familiar. Se acabó lo comer de mamá todos los días, Anna y su chico, Iván Martín, están a puntito de mudarse a su nuevo nidito de amor. Y no, los tortolitos no se han pillado un bajo sin luz en La Latina. El pisito de los 'influencers' tiene muy buena pinta aunque están en proceso de decorarlo.
Pero, ¿de dónde saca el 'money' esta tía? Fácil y sencillo. Anna acumula más de 700.000 seguidores en Instagram e ingresa un pastón haciendo publi de cremas, ropita chula y otras tonterías varias. Pero además, la muchacha tiene varios negocios en marcha con su madre. Crearon la firma 'No Ni Ná', con tienda física en Zahara, y curran juntas en su propia una agencia de representación de talentos.
"Mi hija Anna hizo economía. es más lista que las muelas. Y con su manager, Ana de Miguel, hemos montado esta empresa", aseguraba Paz Padilla en una entrevista que recoge 'El Mundo'. "Ellas aportan su visión del mundo en el que se mueven y yo aporto mi visión del mundo del artisteo...", comentaba la presentadora sobre la agencia de representación que comparte con su niña.
Paz Padilla y Anna Ferrer - Instagram
"Anna ya tiene tres empresas, aunque ella no quiere que lo diga", decía Paz orgullosa de su pequeña. Y como para no estarlo. Con una hija así, cualquiera se da con un canto en los dientes. Trabajadora, lista, emprendedora y dispuesta a convertirse en una crack en el mundo de la empresa. ¡Ole tú, Annita!