El 'Quiero Dinero' es un concurso que desafía todas las leyes de la moral, como el lumbreras al que se le ocurrió poner garbanzos en los revueltos de frutos secos. De hecho, esta sección de 'Sálvame' puso a Chelo García contra la pared, porque a la Cortés nadie le quita lo de ser una valiente. Así, la bisexual más famosa de España puso en jaque mate su amistad con Gema López sin reparos para poder ganar pasta gansa.
Gema está muy decepcionada con ella, ya que esta contestó una pregunta sobre su vida privada "sin ni siquiera lanzarle una mirada cómplice", y ha asegurado que no identifica a esa amiga a la que conoció hace años, cuando Jaime Cantizano aun existía. Kiko Matamoros (conocido como el más 'metemierdé', en francés) ha querido soltar la pullita diciendo “no conocéis a la Chelo a la que no controláis, a la que no sometéis”, refiriéndose a María Patiño y a ella.
La ex colaboradora de Antena 3 se ha mostrado patidifusa con que fuera Kiko el que se dirigiera a ella "con ese tono" y utilizando ese ataque tan bajuno, cuando es él quien la hace llorar en siete de cada cinco programas del universo 'Sálvame', 93% de la parrilla de Telecinco. “¿Jugamos y que luego me digas en publi no pienso esto pero me lo dicen por el pinga?”, le ha recriminado Gema sin ningún miedo al vitalicio de Telecinco, dejando caer que todo lo que aporta Kiko es porque se lo chivan por el auricular.
Gema López confirma que a Matamoros le dicen por el pinganillo lo que tiene que decir pic.twitter.com/upikehC2Tu
— GOSSIP Boy 💫✈️ (@JuanjoElCotilla) October 26, 2020
En ese punto justamente (qué casualidad, oye) Kiko Hernández daba paso a publicidad. A la vuelta, el Kiko que peina canas (bueno, el único que se peina) ha garantizado que Matamoros se ha quitado el pinganillo por decisión propia.
“Estoy hasta las narices de que me den lecciones de ética, respeto el trabajo de los demás hasta que no respetan el mío”, ha dicho el líder del clan Matamoros echándole en cara a López que es muy fácil jugar a hablar de la vida de los demás sin poner la suya en ese juego.
“Eso es lo cómodo, que los demás se desgasten que yo soy una macarra de la moral”, ha dicho Matamoros tachándola por ser una colaboradora que no se moja y que no rema a favor de obra. Por el tono con el que la acusaba, cualquiera diría que la malota macarra era ella... Pero Gema seguía sin doblegarse y ha definido la actitud de su compañero, más operado que ayer pero menos que mañana, como la de un "tabernero".
