Belén Esteban lo tiene claro: aquel que se atrevió a fotografiarla durante sus últimas vacaciones pagará el pato. La colaboradora está hasta el 'toto' de no poder espatarrarse a gusto, y precisamente por eso, ha decidido tomar acciones legales contra todo bicho viviente que se atreva a sacar su cámara cuando la ley no lo permita.
Durante la Semana Santa, la de Paracuellos decidió darse un capricho junto a su marido y pusieron rumbo a Benidorm, la ciudad donde vive su madre. Allí se alojaron en un hotelazo a pie de playa en el que, como todo ser humano, comieron y bebieron hasta agotar las existencias del buffet libre. Justo enctonces, cuando la Esteban arrasaba con la sección de postres, un cliente del mismo hotel decidió sacar el móvil.
Sí señor, Belén fue fotografiada arrasando con la barra, tomando el sol, dándose cremita y hasta rascándose la pepitilla. Creyó estar fuera de peligro, pero de eso nada, monada. Ayer, 'Sálvame' hacía públicas las imágenes de la colaboradora poniéndose hasta las trancas, y la Esteban no lo dudó ni un segundo: "Voy a denunciar".
Belén Esteban en Sálvame
"Estoy en un hotel pagando y a mí nadie me puede molestar. Es alucinante. Nadie me puede sacar. Lo siento, pero voy a denunciar. Yo voy a un hotel pagando, no por la cara, y esto no puede pasar. No hago nada malo. Claro que estaba comiendo y tomando el sol", decía en el programa de las frutas.
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