Los finales felices no son monopolios de Disney y de los locales de masajes holísticos (guarrillos), sino que también de vez en cuando estos desenlaces se dejan caer por Telecinco, aunque sin pasarse (se vaya a enterar don Paolo Vasile). La historia de amor de la friolera jartá de tiempo de dos meses entre Alejandro Bernardos (cuyas mejores aportaciones al programa han sido salir sin camiseta) y Mayka, la Bratz murcianica, ha llegado a su fin en la hoguera final de 'La Última Tentación' sin tener que lamentar muertes de peluchitos y sin un afluente de lágrimas del río de rímel que dejó Melyssa y que aún sigue su caudal en República Dominicana.
Aunque el armario empotrado llamado Alejandro se ha reencontrado con Mayka más cabreado que Mario Vaquerizo en un bar que solo sirven cervezas 0'0 (tanto que le ha llegado a negar el saludo a su novia), la cosa ha ido encauzándose al ver que en todas las imágenes donde Mayka soltaba alguna de sus perlitas llevaba una merluza encima que ni la Sirenita. La viuda de Rosito ha llegado a comentar en las fiestas de villa Playa junto a sus compañeros que su novio es "muy aburrido", "demasiado correcto" o, lo mejor de todo, "un abuelo de ochenta años".
Lo que más ha molestado a Alejandro del segundo paso de Mayka por 'La Isla de las Fornicaciones' ha sido haberse enterado de que su novia mantiene conversaciones a sus espaldas con Pablo, al que le dice de Bernardos que es "un celoso compulsivo" y que no se siente tan valorada como cuando estaba con él.
Además, en unas imágenes donde la rubia muy legal está a punto de desfallecer embriagada por tanto 'Sex on the beach' (el cóctel, que la muchacha se ha portado bien esta vez), se escucha a la perfección cómo amenaza con liarse antes con Gonzalo Montoya que con su ex.
Alejandro Bernardos le niega el saludo a Mayka en la hoguera final de La Última Tentación - Telecinco
Mayka ha tratado de dar sus explicaciones oportunas, pero ya sabemos lo que le cuesta a la chiquilla enlazar dos palabras seguidas de forma coherente, sin trabarse o conjugando los verbos en los tiempos que tocan. Eso sí, hay un lenguaje universal que es el amor y que han acabado practicando los dos a la perfección. Alejandro Bernardos, a pesar de todo, ha acabado confesando que, aunque le jode, está enamorado de su churri.
Juntitos de la manita (ya más relajá)
"El miedo que más tenía yo aquí es que pasara lo que acaba de pasar, que se enfriara la relación o que te fueras de aquí y me dejaras planchada. Estoy muy enamorada de ti y no sabes todo lo que he pensado en ti estos días, no te lo imaginas. No veo que haya una mejoría en la relación", decía la concursante rompiéndose a llorar un poquito al más puro estilo Marta Peñate, sin lágrimas. Igual se creen que las ponen en postproducción...
Alejandro y Mayka se han prometido que al bajarse del catamarán rumbo a España iban a "empezar de cero" y que iban a cerrar el capítulo 'Última (caga televisiva) Tentación' "para toda la vida", como diría Don Patricio: "Reconozco que igual aquí me he equivocado contigo en muchas cosas, que te he echado en cara cosas que correspondían. Eres una tía super válida y te quiero que flipas", le ha dicho Bernardos a ella cogidos de la mano mientras que, conforme iba avanzando en su discurso, iba digievolucionando en un super galán.
Mayka ha acabado abrazada a Alejandro como si fuera la última talla S de las rebajas y ha respondido a la gran pregunta de Sandra Barneda confirmando que quiere irse del programa con "su abuelito", lo mismo que diría Marta López Álamo (la novia de Kiko Matamoros). "Aunque tengamos nuestros choques, nuestras diferencias, nos queremos con locura" han coincidido ambos antes de comerse los morros y decir adiós para siempre (espero) al formato que casi dinamita su noviazgo.
Alejandro Bernardos y Mayka se van juntos de La Última Tentación - Telecinco